La hostilidad del "aparato" hizo desistir a los radicales de formar ejecutiva

El sector crítico o radical, aparente ganador del XXVIII Congreso socialista, no se atrevió a constituirse en alternativa porque no estaba preparado para ello, al no contar en sus previsiones la posibilidad de una negativa tajante por parte de Felipe González, pero también por la certeza de que colocarse en la ejecutiva, en tales circunstancias, suponía tanto como situarse al pie de los caballos, y el aparato del partido habría hecho lo posible por hacerles fracasar en el plazo más corto posible.Las fuentes del sector crítico o radical que piensan así estiman que Felipe González y el aparato del partido conseguirán una amplia victoria, si se lo proponen, con muchas posibilidades de que el sector marxista quede en minoría. «Pero la diferencia está en que ahora tendrán que decir por qué nos aplastan», agregaron las mencionadas fuentes, «lo que no les hubiera sido necesario si algunas personas hubieran aceptado ir a una ejecutiva con el aparato en contra. Ya se demostró la acogida que a esas personas les merecía la simple mención de que Enrique Tierno, Luis Gómez Llorente y Francisco Bustelo estudiaban la posibilidad de llenar el vacío de poder que Felipe González estaba empeñado en crear».