Madrid negará a Washington el uso de las bases

El Gobierno español es casi seguro que negará a Estados Unidos el uso de las bases militares españolas de utilización norteamericana en el caso de que Washington las necesite dentro del contexto de un conflicto en el Oriente Próximo o en el golfo Pérsico.Fuentes españolas han manifestado a Tad Szulc, veterano corresponsal norteamericano, que el Gobierno español requerirá conversaciones específicas con Washington cada vez que el Gobierno norteamericano tenga intención de utilizar estas bases fuera de los términos acordados en el tratado de amistad y cooperación de 1970. Este tratado bilateral limita el uso a actividades en Europa occidental exclusivamente.

Para Estados Unidos, el uso de las bases españolas dentro de su estrategia en el Oriente Próximo es de vital importancia. Pero el Gobierno español ha insistido, según las mismas fuentes, que las bases en territorio español sólo se podrán utilizar en el contexto del Oriente Próximo o el golfo Pérsico si previamente Arabia Saudita no pone ningún reparo.

España mantiene excelentes relaciones con el reino saudita. Asimismo, es bastante dependiente de su petróleo y el Gobierno español no hará nada para enturbiar estas relaciones ni el suministro de petróleo saudita.

Aparte de las buenas relaciones con Riad, el Gobierno español concede a su política hacia los países árabes una importancia inusitada, hasta el extremo que es, uno de los pilares de su política exterior. En este sentido, y a pesar de que el rey Juan Carlos es profundamente pro norteamericano -dice Szulc-, no haría nada que perjudicase sus relaciones con el mundo árabe.

En estos momentos, el Gobierno español concede una gran importancia a los problemas relacionados con el Oriente Próximo y el norte de Africa. Las relaciones de Madrid con Marruecos están en una situación deteriorada por culpa de las demandas de Rabat para recuperar Ceuta y Melilla. Madrid está también preocupada por una posible guerra entre Marruecos y Argelia a cuenta del tema del Sahará, ex colonia española. Para el Gobierno español, esta área es de un interés estratégico directo y por eso sus actos revisten una actitud de precaución extraordinaria.

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