Movilización parcial en Arabia Saudita

Arabia Saudita ordenó ayer la suspensión de todos los permisos militares y la reincorporación a los cuarteles de los miembros de sus fuerzas armadas que estuviesen en dicha situación. Este anuncio se produjo apenas veinticuatro horas después de que la corte saudita emitiese un comunicado en el que advertía que las hostilidades entre Yemen del Norte (pro saudita) y Yemen del Sur (marxista) «son materia que afecta a la seguridad del reino de Arabia Saudita y a la estabilidad y seguridad de los países de la península arábiga».La razón de esta decisión, que fue anunciada por la radio saudita, y que los observadores han calificado de movilización parcial, no ha sido explicada. Unicamente se ha hecho una alusión a «los acontecimientos en curso». Los observadores consideran que esta movilización limitada supone un refuerzo de las posiciones de Arabia Saudita y sus advertencias a los dos Yemen para que acuerden un alto el fuego y retiren sus fuerzas a las respectivas fronteras.

Mientras tanto, prosiguen los combates en territorio noryemení, a unos cien kilómetros de la capital, Sanaa. Un comunicado del Frente Democrático Nacional, oposición al régimen noryemení -que fue difundido ayer en Adén-, afirma que ha estallado una rebelión contra el régimen pro saudita y que «numerosas tribus se han unido a la revolución y manifestado su apoyo a la lucha contra el régimen noryemení».

Según el comunicado del Frente Democrático Nacional, que cuenta con el apoyo de Yemen del Sur, este Estado «no tiene nada que ver con lo que actualmente está ocurriendo al otro lado de la frontera». Comunicados emitidos por las autoridades suryemeníes días atrás señalaban que el pasado viernes sus fuerzas rechazaron un ataque noryemení y cruzaron la frontera en persecución de los atacantes.

La conflictiva situación en esta región preocupa tanto a Arabia Saudita como a Estados Unidos. Fuentes del Departamento de Defensa norteamericano informaron que está siendo preparado un contexto de asistencia militar para Yemen del Norte, financiado por Arabia Saudita. Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos habría desaconsejado firmemente, tanto a Arabia Saudita como a Egipto, que intervengan militarmente en el conflicto.