Estudiar Información

Uno de tantos sectores de nuestra cotidianeidad donde lo irracional y la arbitrariedad toman carta de naturaleza es la enseñanza, fundamentalmente a través de los aparatos administrativos y la normativa sobre la que aquéllos se asientan.Me estoy refiriendo más concretamente a la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, en cuya sección de Periodismo se me admitió en octubre de 1977, la matrícula completa del cuarto curso más una asignatura pendiente de tercero. En junio de 1978 finalizo el curso cuarto aprobando la totalidad de las asignaturas, entre las cuales hay una que es incompatible con la que tenía pendiente de tercero. Esta última fue aprobada en septiembre de este mismo año.

Pues bien, argumentando que, en virtud de lo dispuesto por las autoridades académicas, no puedo examinarme primero de una asignatura y luego de la que impide el paso de aquélla, la secretaría de la facultad no admite el aprobado de la de cuarto, aun cuando fue superada por parciales y con buenas calificaciones. Se me indica, sin embargo la posibilidad (la propia secretaría y el señor vicedecano personalmente) de pedir al profesor que me examinó en septiembre de la asignatura de tercero que me incluya en un acta de junio, cosa que de principio tampoco sirve para nada toda vez que existe otra disposición que impide el examen de asignaturas incompatibles en la misma convocatoria, pero ello da pie para elevar una instancia al rector en solicitud de clemencia (?). Lógicamente se me hace la observación de que secretaría no puede admitir oficialmente haber propuesto tal solución.

Yo me pregunto si, como simple alumno, estoy obligado a conocer cuantas disposiciones y órdenes existan en materia de educación o de lo contrario no entiendo por qué existiendo ya previamente la incompatibilidad, se me admitió la matrícula de la asignatura impedida en octubre, máxime cuando nunca firme en condicional, ni, posteriormente, se me comunicó jamás que estaban a mi disposición las tasas abonadas por la asignatura de cuarto, como en su caso hubiera sido de justicia, más, puesto que el documento de formalización de matrícula es «provisional» a resultas de posterior liquidación tras comprobación de los datos en él reflejados. Es todavía más difícil de comprender, cuando en las listas de profesor de la tan repetida asignatura siempre figuré como cualquier alumno.