El "cónclave" debe terminar antes del domingo

En Jerusalén se cree saber que las conversaciones de Camp David terminarán de aquí al fin de semana próximo. Apoya esta hipótesis el hecho de que el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Arnaldo Forlani, llegará a Israel el próximo domingo para efectuar una visita oficial de dos días de duración. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Moshe Dayan, ofrecerá la misma noche del domingo una cena en honor de su colega italiano. Además, Forlani será recibido por el primer ministro, Menahem Begin, y por el presidente. Itzhak Navon.«Sin duda -se afirma en Jerusalén- si la cumbre tiene que prolongarse, la visita del ministro italiano será aplazada.» Pero del modo en que se afirma esto resulta evidente que en los medios oficiales no se espera de ninguna manera que el cónclave Carter-Sadat-Begin se prolongue.

En Estados Unidos diplomáticos israelíes y dirigentes judíos norteamericanos trabajan ya sobre las respuestas que darán a los ataques de la prensa, radio y televisión norteamericanas que tratarán de cargar sobre Begin la responsabilidad del fracaso de las conversaciones de Camp David.

Mientras tanto, los israelíes se apasionan mucho más con la serie de televisión «Holocausto», un drama documental producido en Estados Unidos que trata sobre las persecuciones y matanzas perpetradas por los nazis contra los judíos, que por el conciliábulo de Camp David, que, sin embargo, sigue ocupando la primera página de los periódicos.

La proyección de la primera parte de «Holocausto» en la televisión ha provocado una encendida discusión en el país, en la que participan jóvenes y viejos, sabras (nacidos en Israel) y supervivientes de los campos de concentración.

Por su parte, el periódico independiente, en lengua inglesa Jerusalem Post ha interrogado a una cincuentena de personas sobre sus opiniones relativas a la serie de televisión, y señala que más de un teleespectador ha sacado una doble conclusión: todos los judíos deben vivir en el Estado de Israel y que Israel no debe renunciar a un solo centímetro de su territorio.

Elías Frej, alcalde palestino de Belén, en la Cisjordania ocupada, ha declarado tras haber visto la película: «Resulta completamente evidente que la barbarie de que el hombre es capaz no tiene límites. No puedo comprender cómo los judíos que sobrevivieron a este infierno pueden ahora contemplar esas atroces imágenes. Nosotros, judíos y árabes, deberíamos aprender la lección de esta degradación humana: es necesario alimentar sin cesar la llama de la tolerancia, del respeto mutuo y de la solidaridad humana. Los judíos han sufrido bastante, nosotros, los palestinos, hemos padecido también más de lo debido. Es el momento de entendernos.»