El problema del Sahara provoca tensiones en la conferencia de los no alineados

El clima político de la conferencia de países no alineados, que se clausurará el próximo sábado en Belgrado, experimentó ayer serias tensiones al plantearse el tema del Sahara. Otro problema, aunque sin enfrentamientos entre los distintos, miembros del bloque, ha sido la solicitud de Bolivia de ingresar en el bloque con pleno derecho abandonando el estatuto de país observador. La solicitud de La Paz ha sido rechazada por absoluta mayoría debido a las relaciones de Bolivia con Suráfrica.

Al margen de la conferencia ha resurgido nuevamente el papel del país andino como receptor en un futuro próximo de colonos blancos, en su mayoría de origen alemán, establecidos en Namibia.

Respaldo conservador a Marruecos y Mauritania

Marroquíes y mauritanos han concentrado en torno suyo a otros países conservadores africanos en favor de su tesis de repartición del territorio saharaui. El ministro de Asuntos Exteriores de Rabat, Bucetta, ha orientado sus críticas especialmente contra la intervención cubana y soviética en Africa, como un modo de justificar su propia presencia en Zaire.Según el propio ministro, treinta países no alineados se unen a la iniciativa marroquí, somalí y nigeriana contra la celebración de la próxima cumbre de los no alineados en La Habana, el próximo año si en los meses que faltan hasta entonces no decide Cuba retirar todas sus tropas del continente negro.

Reacción soviética

Por su parte, la URSS, cuya presencia en Africa fue descalificada también por el anfitrión de la conferencia, el presidente Tito, ha reaccionado ante la línea tensa que sigue la reunión de Belgrado atacando a los «siete grandes» del mundo occidental por lo que la URSS considera intento de convertir al Tercer Mundo en chivo expiatorio de la crisis económica occidental.Este interés de los «capitalistas» se manifiesta, según Moscú, en la confrontación mutua de los países no alineados. Para los soviéticos: existe en Occidente un deliberado propósito de intervenir nuevamente en el continente negro mediante la creación de un cuerpo expedicionario bajo los auspicios de la OTAN.

Durante la última jornada de la conferencia de Belgrado, los 87 países integrados en el bloque (al que pertenecen otros doce como observadores) discutirán el texto de la declaración final, que comprende 68 páginas en las que se pretende fijar, según círculos de la conferencia, un criterio lo más común posible con vistas al difícil momento actual por el que pasa el bloque neutralista.