Descartada la cooperación política entre la CEE y países candidatos

El futuro de la cooperación política de la CEE, ante la perspectiva de ingreso de Grecia, Portugal y España, la situación en Africa del Sur y el principio de «condiciones estrictas» para una ayuda económica occidental al presidente del Zaire, Mobutu Sese Seko, fueron los principales capítulos tratados ayer en el castillo de Christianborg, en Copenhague, entre los nueve ministros de Asuntos Exteriores de los países de la CEE.

«Antes de la entrada en vigor de los tratados de adhesión, no habrá cooperación política entre la CEE y los nuevos países candidatos», confirmó Kurt Andersen, ministro danés de Asuntos Exteriores. Por el contrario, sí se informará progresivamente, en función de la marcha de las negociaciones para la adhesión, a cada Gobierno de los países candidatos (Grecia, Portugal y España) de los resultados de las sesiones de cooperación política de los nueve del Mercado Común.A partir de otoño se tendrá al corriente a los griegos, a nivel de contactos entre directores generales de Ministerios de Asuntos Exteriores, de la marcha de la concentración de política exterior de la CEE. En el caso específico de Grecia se informará también, una vez que el Estado heleno sea miembro de pleno derecho, a Turquía -país asociado a la CEE- en aquellos asuntos que afecten al Mediterráneo oriental.

Es evidente que la CEE se plantea seriamente la eventualidad de una radicalización de los litigios greco-turcos, al pasar Grecia a ser el décimo Estado de la CEE. Se trata de convencer al Gobierno de Ankara de que la CEE no «conspirara» a sus espaldas cuando los griegos tengan voz y voto en la Comunidad. El tema puede ser muy delicado, sobre todo si continúa la tensión entre Turquía y Grecia, a propósito de la partición de la isla de Chipre y de la soberanía en el mar Egeo.

Louis de Guiringaud y Henry Simonet, ministros de Asuntos Exteriores de Francia y Bélgica, respectivamente, fueron los dos puntos de mira del resto de sus colegas sobre el tenia de Zaire. Informaron cada uno de los deseos de no intervenir militarmente en el Zaire, apoyaron la idea de crear una fuerza interafricana de intervención para contrarrestar las intervenciones ruso-cubanas en el continente africano, y especialmente Bélgica consideró que un posible reclutamiento de mercenarios blancos por parte del Zaire complicaría la situación.

Sin llegar a conclusiones concretas los nueve expresaron la necesidad de que la ayuda económica de urgencia al Zaire -cuyos puntos principales se definirán hoy en Bruselas- debe acompañarse de condiciones estrictas al régimen del presidente Mobutu. En otras palabras, de mejor gestión de los millones de dólares que facilitarán Estados Unidos, Canadá, Arabia Saudita y la CEE para «estabilizar» la provincia de Shaba en el Zaire y, sobre todo, sus riquezas en minerales.