Nuevo fracaso en las negociaciones pesqueras entre España y la CEE

Sin ningún acuerdo sobre los problemas pesqueros pendientes de solución entre España y los nueve de las Comunidades Europeas han terminado las conversaciones que durante dos días mantuvieron en Bruselas sendas delegaciones de las dos partes.Los problemas que se debatían eran de dos órdenes: negociación de un acuerdo-marco que regule jurídicamente de manera definitiva la cuestión pesquera y que garantice el acceso de los españoles a la zona de las doscientas millas comunitarias, y revisión, en segundo lugar, del sistema provisional en vigor para, sobre todo, que los pescadores españoles puedan iniciar la campaña de la anchoa (pesca de bajura) frente a las costas francesas.

Sobre el primer punto, el jefe de la delegación española, Raimundo Bassols, reafirmó la posición española de no ceder los derechos adquiridos para faenar en la zona vecinal de las costas francesas. La delegación comunitaria «no excluye la búsqueda de una solución» para esta demanda de los representantes del Gobierno de Madrid, que se basa en la existencia de un acuerdo bilateral hispano-francés, firmado en 1967. Los elpertos jurídicos de ambas partes estudiarán la cuestión en previsión de nuevas conversaciones oficiales Madrid- Bruselas, a primeros de abril.

Respecto a la revisión y eventual mejora del régimen vigente comunitario aplicable a la pesca española de bajura, el director general de Pesca, Félix Bragado, expuso las reclamaciones hispanas que, por lo esencial, pretenden un sustancial aumento del número de licencias otorgadas por la CEE a los buques españoles, y similar aumento en las cuotas de capturas.

La delegación española ha insistido a la comunitaria para que eleve al comisario Olav Gundelach, responsable de la pesca en los nueve, el «mensaje de angustia y de urgencia» de los españoles que esperan -dijo el embajador Bassols- una rápida mejora de la situación para la pesca de bajura en particular, teniendo en cuenta que la temporada de la anchoa ya ha comenzado y que la flota hispana sigue amarrada en los puertos, en espera de las correspondientes licencias y autorizaciones comunitarias. La delegación española pretende que el Consejo de Ministros de los nueve, que se reúne el día 4 de abril en Luxemburgo, resuelva este aspecto con la urgencia exigida.