Escepticismo en Italia tras el acuerdo programático

La Democracia Cristiana y los partidos Comunista, Socialista, Socialdemócrata y Republicano apoyarán en el Parlamento al nuevo Gabinete «monocolor» democristiano presidido por Giulio Andreotti. A pesar de que el acuerdo alcanzado ayer tarde pone fin a una crisis de Gobierno que duraba desde el 16 de enero pasado, en los ambientes políticos reina escepticismo sobre los resultados de la fórmula, dados los problemas que afronta Italia y la forma confusa en que son abordados. Los liberales, contrarios a admitir a los comunistas en una mayoría explícita, han pasado, según declaró su secretario, Valerio Zanone, «a una oposición constructiva».

El acuerdo ha sido logrado tras una reunión «cumbre» en la que han participado el presidente del Consejo de Ministros y encargado de formar Gobierno, Giulio Andreotti, y los secretarios políticos de los cinco partidos de la nueva coalición. Pero todavía tendrán que reunirse hoy, antes de formar el nuevo Gabinete, para ponerse de acuerdos sobre sus miembros.Los democristianos tendrán que tener en cuenta las sugerencias hechas por otras fuerzas políticas y decidirse sobre el problema de admitir en el gabinete técnico, por lo que se prevé una negociación bastante larga.

Casi todos los líderes políticos han coincidido en subrayar la gravedad de la crisis económica y la necesidad de trabajar bien, pronto y con espíritu de cooperación para adoptar las principales medidas coyunturales.

El Gobierno anterior de Andreotti, formado también por sólo democristianos, el 30 de julio de 1976, se basaba sobre la fórmula denominada de la «abstención o no desconfianza», limitándose el papel de los partidos en el Parlamenlo a no pronunciar un voto contrario al Gobierno.

La novedad de la actual fórmula consiste en el ingreso del Partido Comunista en la mayoría parlamentaria. Aunque se base en una declarada «mayoría programática» que podría dar a entender un apoyo limitado en el tiempo de los comunistas, la calidad es que por primera vez después de treinta años los comunistas vuelven al área del Gobierno o, lo que es lo mismo, a participar indirectamente en el Gobierno del país.