La inteligencia de Carrillo

No sabe con cuanta alegría he visto compartir por el editorial de EL PAIS del domingo 6 de noviembre mi sospecha de si Carrillo deseaba el incidente de Moscú.Sin embargo, encuentro el editorial excesivamente dogmático cuando califica de «profesionales del análisis paranoico» a quienes, dando un paso más, consideran el distanciamiento entre los PC español y soviético como una «añagaza histórica». Recuerde usted que un análisis científico y, por tanto, objetivo y riguroso, no debe basar en la presunción de buena fe factor alguno. Yo no llego a afirmar con seguridad en este punto lo contrario, pero me permito dejar en una duda razonable si tal desavenencia no ha sido previamente planificada.

Carrillo, hombre extremadamente inteligente y hábil, según demuestran sus actuaciones de los últimos tiempos, sabe que la mayor fuerza de asentamiento del comunismo en España radica -aparte el indudable atractivo que para trabajadores e intelectuales pueda representar su ideología (no su praxis)- en su distanciamiento de dependencias ultranacionales.

¿No es esto motivo suficiente para mantener la duda sobre la planificación de las divergencias y, por tanto, del incidente?