El gaullismo rechaza el proyecto de ley sobre el Parlamento Europeo

El gaullismo ha rechazado ayer el proyecto de ley que el Gobierno propondrá, la semana próxima, a la Asamblea Nacional, para la elección del Parlamento Europeo por sufragio universal. Este golpe inesperado viene a abrir una nueva crisis entre las dos fracciones que componen la mayoría nueva gubernamental, la giscardiana y la chiraquista.La oposición gaullista resulta aún más grave porque ya todo parecía resuelto en torno a esta cuestión. Los socialistas sugirieron recientemente que no se opondrían al documento gubernamental sobre la regulación de esos comicios, y de los comunista se esperaba una actitud similar. El presidente Giscard d'Estaing llegó incluso a indicar días atrás que confiaba en obtener una "uanimidad nacional" en relación con esta legislación. Al mismo tiempo Maurice Couve de Mourville, líder del RPR (Unión por la República) gaullista, se entrevistó con el primer ministro Raymond Barre para examinar el asunto, tras lo cual su partido también se manifestó «satisfecho».

La sorpresa resultó, pues, mayúscula, cuando ayer, luego de una reunión con los parlamentarios gaullistas, el máximo dirigente del RPR, Jacques Chirac, declaró que el esquema oficial «no garantiza la salvaguardia de la soberanía nacional», y que su agrupación decidía, por tanto, «retrasar» su voto hasta que el texto «vuelva a negociarse». Esta repentina intransigencia coincide con la mantenida por el líder «ortodoxo» del gaullismo, Michel Debrai, quien ya anunció en varias ocasiones que rechazaría el proyecto legislativo.En los medios políticos se estima que con este «endurecimiento» Chirac intenta, otra vez, subrayar en forma especial su «independencia» del jefe del Estado.