Plencia y Valmaseda someterán la "ikurriña" a referéndum

Dos ayuntamientos vizcaínos, los de Plencia y Valmaseda, han decidido resolver por vía de referéndum municipal la cuestión de si se cuelga o no la íkurriña en sus respectivas casas consistoriales. De este modo tratan de superar la polémica que pudiera surgir en el caso de que la Corporación adoptara por su cuenta una decisión, en el sentido que fuera.La primera de estas consultas tendrá lugar el próximo día 29 en Valmaseda, uno de los municipios más occidentales del País Vasco, lindando ya con la provincia de Burgos. Cada uno de sus 5.134 habitantes con derecho a voto deberán pasar de tres a ocho de la tarde por los mismos colegios electorales que les correspondieron en el reciente referéndum nacional.

La consulta popular en Plencia tendrá lugar el día 5 de febrero, de nueve de la mañana a ocho de la tarde. Dos días después se reunirá el Ayuntamiento en sesión extraordinaria, para refrendar el resultado.

Con motivo de este referéndum acerca de la ikurriña, el alcalde valmasedano, Celedonio Goitia, ha dirigido a todos los vecinos una carta en la que, después de aludir a la incertidumbre producida por la «confusa nota del Ministerio de la Gobemación», manifiesta que ha decidido consultar a todo el vecindario para evitar que se pueda pensar que el Ayuntamiento «está con unos o con otros»

El alcalde anuncia que se respetará estrictamente el resultado popular y pide que nadie falte a la votación. El sí o el no, en papeletas oficiales que serán remitidas a cada votante, se refieren exclusivamente a que la ikurriña ondee junto a la bandera española en el Ayuntamiento.

Mientras otros municipios vascos, en número que supera ampliamente el medio centenar, han decidido ya colocar la ikurriña en sus ayuntamientos, el de Guecho ha aplazado al viernes su pleno extraordinario que había sido convocado a las 9.30 de la mañana para tratar este tema.

Pese a la hora temprana, vanos centenares de personas acudieron al salón de sesiones, donde, al parecer, se iba a someter a los corporativos una posible adhesión al acuerdo adoptado por la Diputación Provincial.

El aplazamiento vendría originado, en última instancia, por la presión popular en favor del reconocimiento de la ikurriña. El alcalde, Pedro Subiria, ha manifestado que está dispuesto a acatar la opinión del pueblo al respecto. Para pedir que la ikurriña cuelgue del mástil del Ayuntamiento se ha anunciado hoy una manifestación para la que se han distribuido del orden de 2.000 banderas vascas.

En relación con este polémico tema, el recién nombrado gobernador civil de Vizcaya ha calificado la reciente normativa del Gobierno como «necesaria y realista».