La recuperación de Gárate será a largo plazo

Diez médicos se reunieron ayer en Madrid para estudiar la extraña enfermedad de Gárate. En la clínica Covesa visitaron al jugador por el espacio de media hora, y a continuación discutieron las características del caso durante hora y media. Las conclusiones fueron, según los doctores Ibáñez y Garaizábal, que el tratamiento seguido era el adecuado.

Hoy hace un mes que José Eulogio Gárate entró en la clínica. Desde entonces, su mujer permanece junto a él en todo momento. Las visitas están totalmente prohibidas, incluso para sus compañeros de equipo. Al parecer, Gárate sólo quiere ver a sus médicos.Y ayer le visitaron nada menos que diez: Cabot, Gay Prieto, Pardiñas, Peña Yáñez, Olaguibel, Jaqueti, Ramírez, Epeldeaul, Garalzábal e Ibáñez. El fin era dictaminar su extraña enfermedad, producida, al parecer, por un hongo desconocido en España, pero frecuente, sin embargo, en Sudamérica.

Todos coincidieron que el tratamiento seguido hasta la fecha era el adecuado, aunque hubo tres médicos partidarios de trasladar el caso a Estados Unidos, México o Brasil. A pesar de esta consideración y de que el doctor Garaizábal manifestó que en las últimas 72 hora José Eulogio había experimentado una gran mejoría, en la clínica se habla de que el paciente no acaba de mejorar. Ya se le han practicado dos incisiones en el quirófano, y diariamente se le hacen varias curas en la herida que constamente supura y que, por tanto, permanece abierta.

La enfermedad de Gárate nunca se ha dado en España. La recuperación de los que padecen este tipo de dolencias es excesivamente lenta. En favor de Gárate está el temprano diagnóstico realizado, lo que le evitó posteriores complicaciones. Sin embargo, los médicos no se aventuraron a predecir el tiempo necesario para su recuperación. Es más, procuraron evitar una respuesta concreta, y tras larga insistencia manifestaron que Gárate se encuentra en la recta final de su recuperación, si bien dejaron aclarado de que se trata de un largo sprint.

Las impresiones favorables de los médicos de cara a la opinión pública no aclaran, sin embargo, el oscuro porvenir de esta enfermedad. La rodilla de Gárate sigue abierta, y su caso clínico en estudio. Nuevas reuniones pueden avecinarse, pues el doctor Cabot se despidió, de sus colegas con un «entonces, el jueves a las ocho y media». Todo sea por el total esclarecimiento de esta nueva enfermedad surgida en territorio nacional y porque Gárate, que ya rebasó la frontera de los treinta años, quede totalmente restablecido. La medicina está a su servicio, aunque esta vez escape de la esfera deportiva.