Los jefes de los partidos uruguayos, privados de sus derechos políticos

Los jefes de los partidos políticos uruguayos no podrán ser elegidos para desempeñar cargo público alguno durante los próximos quince años, según los términos de un reciente decreto promulgado por el presidente Aparicio Méndez, instalado el miércoles por los militares.

El decreto, que incluye al ex presidente Bordaberry, es la primera medida de envergadura adoptada por Aparicio Méndez, abogado conservador de setenta y dos años, designado por los militares uruguayos para reemplazar a Bordaberry, que, elegido en 1971, gobernó con el apoyo castrense y cerró el Congreso en 1973.

Bordaberry fue obligado a dimitir el 12 de julio, tras un enfrentamiento con los jefes militares. Alberto Demichelli, llamado a sustituirle interinamente, rechazó someterse a la aprobación del decreto que pone fin a la jefatura de todos los partidos políticos uruguayos, desde el Comunista, fuera de la ley, hasta los moderados Colorado y Nacional. Finalmente, Méndez se ha plegado a los deseos de los militares, condición previa para mantenerse cinco años en la presidencia.

Entre los privados de sus derechos políticos figuran Wilson Ferreira Aldunate, que fue candidato a la presidencia por el Partido Nacional en 1971; todos los candidatos del Frente Amplio, izquierdista, que bajo el liderazgo del general Liber Seregni concurrió también a los comicios de 1971; Jorge Pacheco Areco, presidente electo en 1966 por el Partido Colorado, Jorge Batlle, candidato del mismo partido en 1971 ...

El decreto, que congela finalmente todo vestigio de organización política en Uruguay, precisa que la medida se adopte debido «a la subversión y parálisis de los partidos, que condujeron a derramar sangre inocente, limitaron las libertades y llevaron la seguridad al colapso y la administración al caos».