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El Dakar se acomoda en su oasis saudí

La nueva edición del rally busca mantener el listón alto en la carrera y a su vez facilitar la vida a una caravana con un millar de habitantes

Guille Álvarez

El Rally Dakar se encuentra cómodo en su oasis saudí, donde los petrodólares han apuntalado las finanzas de la carrera e introducido mejoras insospechadas en el día a día del millar de habitantes que conforman su caravana itinerante. Ahora hay ducha caliente y plato de comida listo para servir prácticamente las 24 horas del día en el vivac, e incluso aire acondicionado, lo nunca visto en aquellos primeros días en África. Y las mejoras continúan. Entre el día 3 y 17 de enero de 2026, la prueba volverá por séptima ocasión al desierto arábigo para celebrar la 48ª edición de la aventura que ideó en 1977, perdido por el Sáhara, el francés Thierry Sabine.

En los bucólicos paisajes en Arabia, ya bien conocidos por los que nunca fallan a la cita, pero no por ello menos bonitos, el menú será el que viene siendo habitual en las últimas ediciones: el listón de dificultad bien alto, y mucha competencia en las principales categorías de coches y motos. “Hemos buscado equilibrio y simetría entre las dos semanas de competición”, comenta David Castera, director del rally. “Hablamos de un nivel alto con estos últimos años, algo que me gusta a mí y, en general, a todos los competidores”, agrega el expiloto francés.

8.000 kilómetros de odisea, 4.900 de ellos bajo el cronómetro, esperan a los participantes, con 325 vehículos apuntados para la aventura. De entre las 118 motocicletas apuntadas, las de los españoles Edgar Canet (KTM) y Tosha Schareina (Honda) apuntan alto. En coches, el incombustible Carlos Sainz (Ford) buscará su quinto trofeo Touareg a los 63 años en una caravana con récord de prototipos de élite (72). A cuatro ruedas, Laia Sanz se estrenará en la categoría reina con Ebro, donde siguen al pie del cañón y con primeras espadas Cristina Gutiérrez (Dacia), Nani Roma (Ford) e Isidre Esteve (Toyota).

Las dunas tendrán una jornada en cada semana de competición, dividida por un descanso en Riad, la capital del país, el 10 de enero. También habrá repartidas dos etapas maratón refugio, donde todos los competidores, profesionales y amateurs, compartirán noche al raso con tienda de campaña, raciones militares y ningún tipo de asistencia de los mecánicos y los equipos, la dosis de dureza que devuelve a los participantes a los orígenes y verdadero espíritu ‘dakariano’.

“Cada día habrá muchos kilómetros y un poco de todo en cada etapa. Habrá piedras, partes muy técnicas, partes más rápidas, dunas, arena... un territorio conocido pero nunca sencillo”, detalla Castera. En el plano competitivo, poco cambiará y la filosofía será la misma. “Si vas al 100% cada día, seguro que no lo terminas”, ilustra Sebastien Loeb, uno de los iconos del deporte de motor que lleva años persiguiendo la gloria esquiva del rally de rallies. Este año habrá más favoritos que nunca en todas las categorías, incluidos los campeones defensores en moto, el australiano Daniel Sanders (KTM), y coche, el saudí Yazeed Al-Rahji (Toyota).

Como en todos los deportes, la hiperprofesionalización se ha apoderado del vivac XXL del Dakar, que empezará y terminará a orillas del mar Rojo en Yanbu y evitará el remoto cuadrante vacío del desierto saudí en aras de facilitar la logística de la carrera y no complicar de más los desplazamientos. Los otros campamentos se situarán en Al-Ula, Ha’il, Wadi Ad-Dawasir, Bisha y Al-Henakiyah.

Se trata de un gesto reconocido hacia todo el personal que rodea una competición que siempre parte las Navidades a todos sus protagonistas, y quienes vuelen más tarde hacia la carrera deberán tomar las uvas ya en el avión de ida. La concesión es relativa: el vivac ‘solo’ tendrá que desplazarse siete veces en 14 días, un récord de mínimos en Arabia, y así las asistencias estarán más descansadas para los interminables turnos de noche mientras los participantes intentan pegar ojo, que nunca es fácil con el estruendo de los mecánicos probando motores de fondo.

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Sobre la firma

Guille Álvarez
Graduado en Ciencias Políticas por la UPF y máster en Periodismo Deportivo y Comunicación por la Blanquerna-URL, ha pasado por las redacciones de La Vanguardia, la revista VICE y Mundo Deportivo. Colabora con la sección de deportes de EL PAÍS desde 2022, donde ha cubierto el Mundial de MotoGP y varias ediciones del Rally Dakar.
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