Esta España es mundial: golea a Georgia y casi está en la próxima Copa del mundo
Solo un 0-7 ante Turquía el martes privaría a la Roja del pase directo al campeonato en EE UU, Canadá y México después de otra exhibición bajo la batuta de Zubimendi y con otros dos tantos de Oyarzabal


La España de Luis de la Fuente se mueve a un paso apabullante, una rara y feliz mezcla de efectividad y belleza, de números inalcanzables y disfrute pleno. Desde Georgia, donde volvió a golear, se transportó al Mundial del próximo verano, del que solo puede privarla un accidente disparatado que debería comenzar con una derrota por 0-7 o similar el martes que viene contra Turquía en La Cartuja de Sevilla. Ni siquiera eso sería definitivo, porque a la Roja le quedaría aún la posibilidad de una repesca. Se trata de un escenario más cercano a la ficción para la trayectoria de un equipo que parece afinado para escribir una leyenda. A partir de los números o de las emociones que provoca su juego. Es igual.
En Tiflis España fijó un récord histórico: encadenó 30 partidos de competición sin perder, más que nunca, invicta desde la segunda cita de De la Fuente en el banquillo, en marzo de 2023 en Glasgow. La selección, manejada por Zubimendi e impulsada por los goles de Oyarzabal, sostiene un vuelo rumbo a la próxima Copa del Mundo que parece inalcanzable: en esta fase de clasificación ha marcado 19 tantos sin recibir ninguno en cinco partidos que han sido cinco exhibiciones futbolísticas, avisos al resto del planeta.
Esta España no echa de menos a nadie. Ni siquiera a Lamine Yamal, el más sonoro de los siete lesionados de Luis de la Fuente, con Carvajal, Le Normand, Rodri, Pedri, Nico y a última hora Huijsen. Tiene la maquinaria tan bien ajustada que aplasta y deslumbra casi en cualquier circunstancia. Ni siquiera le inquieta ya el viejo enigma de las defensas acorazadas. Georgia decidió volver a apretarse mucho atrás, alrededor del área de Mamardashvili, dispuesta a una jornada de resistencia gremial con la pequeña esperanza de encontrar alguna vez a la carrera a Kvaratskhelia, siempre muy vigilado. En el estadio nacional Boris Paichadze aún escocía el 1-7 que les propinó la Roja hace dos años, precisamente la noche en que debutó Lamine. Pero casi nada funciona contra la creación de De la Fuente.
No se plantea el abordaje de estas fortalezas como antaño, llevando la pelota de banda a banda bordeando pacientemente la muralla. España juega en esta época con un arrojo demoledor. Siempre adelante. Esta vez, con Merino incrustado entre líneas muy cerca de Oyarzabal en la punta, y con Fabián también navegando entre el pelotón georgiano. El balón lo tenía amarrado siempre la Roja, y lo hacía viajar mucho en vertical, atravesando la multitud como cuchillo. Así encontró Laporte una carrera de Baena al área, desde donde puso un centro al segundo palo. Ferran trató de devolver la jugada al medio y el VAR encontró que había tocado en el brazo de Gocholeishvili. Oyarzabal acertó con el penalti.
Era solo el comienzo de la descarga. La voracidad de esta selección es inacabable. No consiente compartir la pelota. Se lanzaba en manada a presionar las pocas veces que caía a los pies de los georgianos, a quienes le costaba dificilísimo enlazar tres pases, un espejismo disponer de un rato en el otro campo. Vivían acosados sin pausa, vigilando presiones y asaltos, insistentes picotazos de delanteros, extremos y centrocampistas. Y hasta del mediocentro.
Fabián metió un pase vertical por el centro al primer toque y Zubimendi apareció en el área a solas con Mamardashvili. La levantó con delicadeza por encima del portero y marcó el segundo. El peso del futbolista del Arsenal no deja de crecer desde que comenzaron las ausencias de Rodri. Sin el Balón de Oro, Zubimendi maneja con solvencia el metrónomo de la Roja y se asoma cada vez más al gol.
El tercero llegó por la senda del primero: otro pase filtrado por el canal izquierdo, esta vez por Baena a la carrera de Oyarzabal, que puso la pelota al centro, donde Ferran la empujó a la red. Tres tiros a puerta y tres goles. España de nuevo en modo abrasador.
Con todo hecho bien temprano, dio un breve respiro a Georgia, que visitó el otro lado, aunque se trataba de excursiones inofensivas. Lo más peligroso fue un tiro muy lejano que Unai Simón durmió en su pecho. Entonces De la Fuente renovó el impulso metiendo a Barrios y Fermín. Volvieron a acelerar, Ferran puso un centro que cayó de alguna capa superior de la atmósfera y Oyarzabal lo domó y lo depósito en la base del poste, lejos de Mamardashvili, que sí desactivó un mano a mano con Borja Iglesias y una fabulosa volea de Baena.
Nunca le parece suficiente a esta España de récord que ya mira con avidez al Mundial pese al partido que le queda el martes y sobre todo a la Finalissima de marzo contra Argentina, última campeona en Qatar.
| Grupo E | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
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1
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15 | 5 | 5 | 0 | 0 |
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2
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12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
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3
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3 | 5 | 1 | 0 | 4 |
|
4
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0 | 5 | 0 | 0 | 5 |
| Grupo E | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
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1
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15 | 5 | 5 | 0 | 0 |
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2
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12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
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3
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3 | 5 | 1 | 0 | 4 |
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4
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0 | 5 | 0 | 0 | 5 |
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