Esta España es intocable
La Roja, que sigue sin encajar un gol rumbo al Mundial, se impone a una Georgia a la que redujo hasta dejarla en inofensiva, impulsada por el empuje de Pedro Porro y los goles de Yeremy Pino y Oyarzabal


España sigue su camino hacia el Mundial del próximo verano sin un rasguño. Después del 0-6 a Turquía y el 0-3 a Bulgaria, despachó también a Georgia dejando otra vez la portería a cero, con una única parada de Unai Simón después de una especie de tiro-despeje de Gocholishvili desde su campo, ya cerca del final. Antes, la selección de Luis de la Fuente había descargado más de veinte tiros sobre la portería de Mamardashvili, que evitó una goleada deteniendo un penalti y con varios mano a mano de mucha inspiración. La Roja, que despachó otro recital variado de maneras de atacar, incluso sin Lamine Yamal y Nico Williams, parece inalcanzable en su grupo de clasifiación y dejó a Georgia con la pequeña opción de acceder a la repesca pendiente de que logre derrotar el martes a Turquía fuera de casa.
España se vio de nuevo frente a uno de sus quebraderos de cabeza más clásicos, un rival que ahoga los espacios muy apretado con cinco defensas, esta vez sin sus extremos más imaginativos, la solución más deslumbrante a los encierros del contrario. Pero el catálogo de la selección de Luis de la Fuente parece inacabable.
En el medio, Pedri, el faro, exploraba de un lado a otro la solidez la fortaleza de Georgia, que colocó un centinela para perseguir y anular a Zubimendi. Merino buscaba lugares avanzados entre líneas desde los que ayudar a progresar. Mientras ellos oteaban el panorama, la agitación llegó por la banda derecha de Lamine, aunque no de un extremo, sino de un poco más atrás. El territorio abarrotado dificultaba los asaltos por tierra y Pedro Porro, que cubre la ausencia de Carvajal, abrió la vía aérea. El lateral del Tottenham, que incluso tiró al palo, desplegó un muestrario de centros que buscaban las cabezas de Oyarzabal y Mikel Merino, y desconcertaron a Mamardashvil. Dos de los que caían al segundo palo se convirtieron en problemas imposibles de descifrar para el portero del Liverpool, que solo acertó a despejar a córner balones que parecía que podía haber atrapado con sencillez.
Porro también encendió el peligro con una sucesión de saques de esquina, sobre todo con los que envió a Zubimendi, que aguardaba en la frontal. El primer gol empezó en otro. Con el área repleta de camisetas rojas, el cuero le cayó a Pedri, que lo devolvió flotando de vuelta al territorio de Mamardashvili. Lo cazó Le Normand, que entraba desde atrás y se lo dejó a Yeremy, que marcó.
Mientras España explotaba la vía aérea, Ferran seguía martilleando al espacio. Hasta que Pedri lo encontró en el área y Mamardashvili lo derribó. Oyarzabal le cedió el penalti al futbolista del Barcelona, pero el portero anticipó el lado y lo detuvo.
El equipo de De la Fuente había abierto otro camino, pero el picante de los centros de Porro seguía marcando el ataque. Merino estuvo muy cerca de anotar después de dos de sus envíos: se le fueron un cabezazo cerca del palo y un tiro cerca del larguero.
Así iba madurando Georgia, que apenas encontraba ocasiones de enlazar dos pases y buscar las carreras de Mikautadze y Kvaratskhelia, que llevaba semanas para competir. Esas galopadas eran su esperanza ante el monólogo de una España que había instalado el campamento muy arriba, con mucho espacio a su espalda. No sacaron nada de esos episodios sueltos, mientras se iban abriendo las líneas georgianas atrás. Y por ahí aparecían cada vez más Ferran Torres y Oyarzabal, que le pegaron a la parte exterior de la red y a un palo, respectivamente.
Pero para el siguiente gol volvieron a necesitar a Porro en una falta a centrímetros del área. El lateral, con la pierna suelta para centrar y tirar, amagó y el engaño despistó un tanto a Mamardashvili, que ya no pudo alcanzar el disparo real, el de Oyarzabal, que reventó la red cerca de la escuadra del otro palo.
Georgia resultaba inofensiva, en buena parte por la insistencia de España, que no dejaba de empujar, aunque se encontró con varias intervenciones muy inspiradas que Mamardashvili añadió al penalti detenido. De la Fuente ahorró unos minutos a Pedri metiendo a Pablo Barrios, y la selección terminó con cuatro futbolistas del Atlético en el campo: el centrocampista coincidió con Le Normand, Baena y Llorente. Así avanzó la Roja otro paso hacia el Mundial, antes de jugar el martes contra Bulgaria en Valladolid.
Grupo E | PT | PJ | PG | PE | PP |
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1
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9 | 3 | 3 | 0 | 0 |
2
|
6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
3
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3 | 3 | 1 | 0 | 2 |
4
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0 | 3 | 0 | 0 | 3 |
Grupo E | PT | PJ | PG | PE | PP |
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1
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9 | 3 | 3 | 0 | 0 |
2
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6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
3
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3 | 3 | 1 | 0 | 2 |
4
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0 | 3 | 0 | 0 | 3 |
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