El dilema con Marc Casadó
Para el Barcelona perder al canterano podría tener un coste político mientras que su traspaso a la Premier League se presenta como una oportunidad de mercado


Después de celebrar el título de Liga en Canaletas junto a los aficionados, Marc Casadó se convirtió en una especie de guardián del sentimiento barcelonista dentro del vestuario azulgrana.
Sin embargo, después de disputar 36 partidos esa campaña pasada, Marc Casadó se convirtió también en un caramelo para que la dirección deportiva del Barça lo colocara en el mercado.
Ahora, en los despachos de la Ciudad Deportiva se abre un dilema. Con ofertas del Aston Villa, el Wolverhampton y el Olympique de Marsella sobre la mesa, alguna de ellas hasta alcanza los 30 millones, la duda es si le conviene políticamente a la dirección deportiva desprenderse de un canterano tan vinculado al barcelonismo. “Ahora podemos conseguir un traspaso por Marc que, seguramente, la temporada que viene, no. Si no juega, se va a desvalorizar”, sostienen desde el área deportiva azulgrana. “Pero”, añaden las mismas fuentes, “depende de él. Si no se quiere ir, nadie lo va a obligar”.
Resulta que el dilema no solo lo tienen en las oficinas de Sant Joan Despí. Al canterano del Barcelona también se le presenta una decisión difícil de gestionar.
El primer equipo se le resistía a Casadó, hasta que Hansi Flick tomó el mando del vestuario azulgrana. El contexto, por entonces, lo benefició. Tras la lesión de Bernal, Casadó se instaló en el once titular junto a Pedri y Dani Olmo. Su presencia en el campo se comenzó a desvanecer al mismo tiempo que florecía el fútbol de De Jong: en los últimos cuatro partidos de la Liga pasada, Casadó se quedó en el banquillo.
Esta temporada, la competencia se ha endurecido en el centro del campo azulgrana. A Pedri y a De Jong no hay quien los mueva del eje de la medular, mientras que Fermín y Dani Olmo se pelean jugar en la mediapunta, una posición en la que también pueden colarse Ferran Torres, Raphinha y hasta Rashford. Entonces, si a Gavi, niño mimado de Flick y de la directiva, se le avecina complicado ganarse un lugar en el once inicial, para Casadó la situación será todavía más compleja, por mucho que tenga el cariño de la hinchada azulgrana.
Ese es justamente el dilema de Casadó. Y no es el primero que ha vivido en los últimos meses: dejó a su agente de toda la vida para sumarse a la empresa que dirige Jorge Mendes, representante de Lamine Yamal, a partir del próximo octubre. Según explican desde su entorno, así “le arreglaban la vida”. Es paradójico, en cualquier caso, lo que ocurre: por un lado, Casadó asegura que se mudó a la empresa de Mendes para solucionar su futuro; mientras que, por el otro, subraya que no le moviliza el dinero de la Premier League.
Las ofertas de la liga inglesa, según aseguran desde la entidad azulgrana, multiplicarían su salario por cuatro. Pero Casadó tiene una vida en Barcelona que el lujo de la Premier no puede comprar. Tras el entrenamiento del primer equipo, pasa a buscar a su pareja por su trabajo en Sant Pere de Vilamajor y hacen una vida tranquila en su pueblo de toda la vida. “Es verdad que Marc no responde al estereotipo del futbolista moderno”, comenta un empleado del primer equipo del Barcelona. “Veremos qué decisión toma si se encuentra con que no juega ni un minuto hasta septiembre”, rematan las mismas fuentes.
Inscripciones encaminadas
Frente al Mallorca se quedó en el banquillo. Sin embargo, ante la inminente paternidad de De Jong, Casadó podría ganarse unos minutos en el campo. En el Barcelona aseguran que transferir al canterano es más una oportunidad de mercado que un deseo de cuadrar las cuentas. Aunque en el área financiera del Barça ya asumen que, con la vuelta al Camp Nou prácticamente descartada para septiembre, el club no volverá a la regla del 1x1 en este mercado de fichajes: necesitan que se activen los asientos VIP para poder contabilizar su venta por 100 millones. De hecho, las inscripciones de Joan García y Rashford se consiguieron sin contar con el equilibrio en el control financiero.
“Y vamos a poder inscribir al resto de jugadores que tenemos pendientes sin contar con el 1x1”, asumen desde la dirección deportiva. A la rescisión de contrato de Oriol Romeu se le sumarán las salidas de Héctor Fort e Iñaki Peña, que generarán espacio para que Flick pueda contar con Gerard Martín, Bardghji y Szczęsny. Bernal, que no se sumará al grupo hasta septiembre, continuará con ficha del filial.
La salida de Casadó no resolverá, pues, el problema económico. Sí, en cambio, se presenta como una oportunidad de mercado. Sin embargo, la salud financiera choca con la política. Un contraste similar transita el canterano: deberá elegir si crecer en la Premier o esperar su oportunidad en casa. El curso pasado, contra todo pronóstico, la tuvo. Pero le duró hasta que De Jong volvió a ser De Jong. Y este año, el neerlandés parece dispuesto a conservar su estatus en el campo, y también en los despachos, a la espera de pactar su renovación.
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