Cómo poner en marcha un sueño

Un pensamiento, una inspiración, una ráfaga. Papel y boli para apuntar la idea y que no se vaya de la cabeza. Después, trabajo, puertas tocadas, esperanzas depositadas. Y un resultado que nunca está asegurado, pero que ilusiona siempre e invita a perseverar.

Esta podría ser la sinopsis de los miles de proyectos que cada día se ponen en marcha en España. Una historia recurrente que, por una cuestión de probabilidad, pocas veces desemboca en el éxito. Cambiar esta narrativa es el objetivo de Cancha Solidaria Endesa, una iniciativa de la energética que busca que las buenas ideas prosperen y crezcan para que, algún día, tengan la capacidad de cambiar la realidad.

Pablo Junco, del equipo de patrocinios de Endesa, define a quiénes está dirigida esta convocatoria: “Se puede presentar cualquier persona que tenga una idea con un componente social o solidario, siempre con el baloncesto como telón de fondo”. Por ejemplo, en el pasado prosperaron iniciativas como la reconstrucción de instalaciones de baloncesto destruidas por la dana, el reciclaje de redes de pesca en redes para canastas, la creación de una liga para personas con discapacidad por trastorno cognitivo...

Cancha Solidaria Endesa proporciona 7.500 euros a los cinco proyectos ganadores, que se elegirán entre diez finalistas seleccionados por un jurado compuesto por diferentes estamentos del baloncesto. “Queremos que los finalistas cuenten con esa cuantía de base para poder desarrollarse”, detalla Junco.

Esas cinco ideas, además, ingresarán en una plataforma de matchfunding (un sistema de cofinanciación) para recibir apoyo económico de cualquier persona que quiera contribuir. “Es matchfunding, y no crowdfunding, porque por cada euro aportado por un particular nosotros lo doblamos hasta un máximo de 2.500. Y después, claro, el emprendedor puede seguir recaudando por su cuenta”, prosigue Junco. Sea como sea, es siempre el propio proyecto “el que manda”: “Tiene que ser suficientemente interesante y atractivo para obtener la mayor cuantía posible“, incide.

Además del premio económico, Junco destaca la inversión en visibilidad y acompañamiento que recibirán los ganadores: “Ponemos a su disposición un equipo humano y técnico para grabar promociones y material audiovisual para difundir el proyecto en redes. Y les asesoramos y guiaremos en todo el proceso. Creemos que esto marca la diferencia: si simplemente metes el proyecto en una web y lo abandonas, es difícil que recauden y se desarrollen”.

En una fase posterior, los cinco ganadores contarán con padrinos y madrinas entre los jugadores de la Liga Endesa y la Liga Femenina Endesa, que tendrán una vinculación real (temática, geográfica, práctica) con la idea apadrinada.

Lo que se puede lograr

Existen varias historias felices que han crecido al calor de las convocatorias sociales de Endesa. Una de ellas es la del coruñés Carlos Martínez, campeón del mundo de baloncesto 3x3 este mismo año, que a finales de 2020 conectó sus dos grandes pasiones: el básquet y el mar, en este caso el Atlántico que envuelve a su ciudad natal. “Soy gallego y conozco de primera mano el problema de los plásticos marinos. Y también conozco y admiro el trabajo de las redeiras [mujeres que reparan redes de pesca]“, explica. De esa conexión nació Ecoballution, una empresa que colabora con una asociación local de redeiras para restaurar redes de pesca estropeadas y darles una segunda vida como redes homologadas deportivas.

Martínez cuenta que, ya en 2021, se presentaron a un programa antecedente del actual Cancha Solidaria Endesa. “Quedamos finalistas y eso nos dio mucha visibilidad. Nos empezó a contactar gente del baloncesto nacional y fue un gran impulso”, recuerda. En la actualidad, venden unas 2.000 redes hechas a mano al año que se usan en competiciones oficiales de baloncesto y también de fútbol. Hoy, ya estabilizados, buscan nuevas alianzas para expandir su producto. “Este tipo de iniciativas ayudan mucho a los que están empezando”, dice Martínez, que tiene cuatro carreras, un máster y siempre varias ideas en mente. “Animo a los emprendedores para que se apunten. Yo voy a participar de nuevo”, adelanta.

El de Martínez no es el único proyecto que ha mezclado con éxito deporte e impacto social. La leyenda del baloncesto español Berni Rodríguez puso en marcha en 2021 SuperBasket, una torneo que es a su vez una jornada celebratoria para las personas con discapacidad por trastorno cognitivo. En cuatro años, la iniciativa ha pasado de 70 a más 400 niños y niñas participantes y se ha convertido en un símbolo de la diversidad funcional en el deporte. Similar es el caso del Proyecto Suma, auspiciado por el Dreamland Gran Canaria, un programa que impulsa el baloncesto en personas con discapacidad y ha multiplicado el número de beneficiarios, de 40 a 800, en cuatro años. Un tercero sería Baskonia Mixed Ability, ganador en 2023 de Liga Endesa de Corazón, un equipo que fomenta la inclusión de personas con discapacidad y sin discapacidad en un entorno deportivo igualitario para así “cambiar radicalmente la forma en que pensamos, participamos y disfrutamos del deporte”, según la definición oficial del proyecto.

Dos casos más, ambos de vertiente artística y ambos premiados durante estos últimos años en programas organizados por Endesa. Uno es el proyecto Jump the Line, idea de la vitoriana Ane Cabello y la madrileña Cristina Gómez, que se propusieron rehabilitar y repintar pistas de baloncesto para alumbrar una especie de cancha-obra de arte. Son autores de intervenciones como esta. El otro es Rural Hoops, un colectivo joven que también reforma instalaciones en desuso para transformarlas en puntos de convivencia, de práctica deportiva, de disfrute.

La única manera de que el sueño se ponga en marcha es participar. Por eso, Pablo Junco, del equipo de patrocinios de Endesa, llama decidido a la acción: “Sirve todo aquello que ayude a cambiar las cosas. Todo aquello que sea baloncesto con propósito”.