Remco Evenepoel y Paula Ostiz Taco, de oro entre los gigantes de la contrarreloj
El campeón belga y la júnior navarra se proclaman campeones de Europa de ciclismo en Francia


Bajitos, compactos, musculares, acoplados, Remco Evenepoel y Paula Ostiz Taco son uno con el cuadro de la bici, ni un soplo de aire penetra en su coraza y genera turbulencias, y pedaleando se ríen del viento que sopla, casi siempre de cara, a veces de costado, siempre fastidiando, a orillas del Drôme, paisajes civilizados de Provenza. Están hechos para ganar. Lo hicieron en África hace nada, repiten en la Europa cuna del ciclismo en una contrarreloj en la que desafían a los gigantes de la disciplina, y los derrotan. Luego se ríen, felices, en su ajustado maillot de campeones de Europa, tres estrellas doradas sobre tres tonos de azul en franjas, los cielos que les cobijan; y las estrellas, la chispa que los distingue en el repecho, la señal de su potencia, la clase de los campeones.
Evenepoel (1,71m de altura) es invencible en las pruebas contrarreloj, un enigma en una disciplina en la que el tamaño sí importa, Indurain antaño, Pippo Ganna o Joshua Tarling o Stephan Küng ahora, especialistas que se acercaban a los dos metros de altura, potencia máxima desmesurada. Es el valor de la flecha, vatios divididos por Cx (coeficiente de penetración aerodinámica), y el carácter. “El viento soplaba fuerte y a veces se me iba la bici en las curvas”, relata Evenepoel, que en los 24 kilómetros de recorrido ondulado con final en un duro repecho, dobla al fenómeno suizo Küng, es el único que supera los 50 kilómetros a la hora de media, y aventaja en la meta a Ganna en 43s, y en 1m 8s al especialista danés Niklas Larsen, al que también habría doblado si hubiera salido inmediatamente detrás. “Superfeliz de ganar otro título”, añade el belga, de 25 años, que dobló a Pogacar hace 10 días para ganar el Mundial en las colinas de Kigali, y también ganó la contrarreloj llana del Tour al esloveno los últimos dos años.
El oro del Drôme es el segundo europeo de Evenepoel, tras el de 2019, cuando tenía 19 años, en un historial de contrarrelojista en el que ya figuran la victoria en los tres últimos Mundiales y en los Juegos de París. “Ahora, a descansar”, dice Evenepoel, que tras un complicado itinerario vía Adís Abeba arribó el martes a Marsella procedente de Ruanda. “Y a pensar en la carrera del domingo”. Habla del título de fondo, en el que los gigantes a los que se enfrentará se llaman Mads Pedersen, Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, el intocable que ya le derrotó el domingo en la caza del arcoíris el domingo.
Evenepoel comenzó su ascenso al trono del ciclismo mundial a los 18 años ganando con superioridad tremenda los títulos europeo y mundial tanto en contrarreloj como en línea. A llegar tan lejos por lo menos aspira Paula Ostiz Taco, la ciclista navarra que a los 18 años consiguió junto al mismo Drôme apacible, pero en un recorrido de solo 12 kilómetros, su segundo título europeo júnior contrarreloj, cuatro días después de haberse proclamado en Ruanda campeona del mundo de la prueba en línea. Segunda en la contrarreloj del Mundial, la Evenepoel en mujer (1,56m y no crecerá más, magnífico Cx acrecentado por el casco especial del Movistar que multiplica sus vatios, misma chispa en el repecho, mismo gen competitivo que se niega la posibilidad de perder) superó en 2s a la alemana Magdalena Leis y en 10s a la noruega Oda Gissinger. Cuarta, a 14s, fue la campeona mundial en Ruanda, la neerlandesa Megan Arens. “He tenido muy buenas sensaciones. Pensaba que me iba a costar recuperar del viaje de África, pero cuando he salido veía que iba como demasiado fácil”, dice la mágica Ostiz Taco, el milagro del ciclismo femenino español. “Decía, no me lo creo, esto es una locura. Solo queda celebrar con la familia y el equipo y a pensar en el viernes, que seguro que lo hacemos bien”. Ostiz Taco, evidentemente, será entonces la favorita de la prueba en línea que disputará feliz vistiendo el maillot arcoíris de campeona del mundo conquistado el pasado sábado.
En la prueba júnior masculina, el pistard guipuzcoano Eñaut Urkaregi (campeón del mundo de Madison y subcampeón de persecución), de 17 años, terminó quinto. Victoria del holandés Michiel Mouris, ya campeón del mundo en Kigali. Héctor Álvarez fue séptimo y Paula Blasi 10ª en sub-23 (triunfos del belga Jonathan Vervenne y la italiana Federica Venturelli), y en categoría femenina absoluta se impuso la suiza del Movistar Marlen Reusser.
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