Ir al contenido
_
_
_
_

Un Mundial de gimnasia en Yakarta sin Simone Biles ni deportistas de Israel

Indonesia negó el visado a los israelíes alegando que, “más que la alegría”, provocan “la ira de la población”

Artem Dolgopyat
Carlos Arribas

Se celebran desde el domingo en Yakarta unos Mundiales de gimnasia sin la diosa Simone Biles, que en año posolímpico alarga la duda de si regresará a la alta competición, y sin la participación de Israel, vetado por Indonesia, que ha negado el visado de entrada a sus deportistas.

Que no esté, voluntariamente, Biles entristece a los amantes del deporte, privados de ver competir a la maravilla de las maravillas, y, quizás, alegre a Kaylia Nemour, la radiante gimnasta de Argelia que, después de dejar boquiabierto al mundo con su ejercicio de asimétricas en los Juegos de París, denunció por acoso a sus entrenadores, se fue a vivir a Dijon y se siente con fuerzas para asaltar el trono del concurso completo. La ausencia, forzada, de Israel preocupa al Comité Olímpico Internacional (COI), que recuerda en un comunicado el acuerdo de paz propiciado por Donald Trump, ve en peligro el ingenuo ideal olímpico de que el deporte está por encima de fronteras y guerras.

“Estas acciones privan a los atletas de su derecho a competir pacíficamente e impiden que el Movimiento Olímpico muestre el poder del deporte”, señaló el COI en una nota de prensa que denuncia un precedente --el veto a un país determinado negando el visado de entrada a sus deportistas es un precedente—que puede hacer peligrar posiblemente la paz en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 28 dado el amor de Donald Trump por establecer listas de ciudadanos indeseables en Estados Unidos y sus juegos caprichosos con la concesión de visados. Indonesia es uno de la treintena de países que no reconocen al Estado de Israel.

Que ni el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ni la propia FIG hayan movido ni un dedo en apoyo de Israel también ha sorprendido y disgustado al COI, espectador impotente de una batalla que le excede.

Cuando supo que en vez de 86 serían 85 los países participantes por la negativa a expedir visado a los israelíes, la FIG, presidida por el japonés Morinari Watanabe, candidato derrotado en las pasadas elecciones a la presidencia del COI, emitió un frío comunicado tomando nota de la decisión. “La FIG reconoce los retos a los que se ha enfrentado el país anfitrión para organizar este evento”, señalaba el comunicado, una forma de referirse a las seguras protestas y posibles actos de violencia con que se acogería a Israel en Indonesia, el país, junto a Pakistán, con más población musulmana del mundo, unos 240 millones de personas. “Y espera que se cree lo antes posible un entorno en el que los atletas de todo el mundo puedan disfrutar del deporte de forma segura y con tranquilidad”.

Israel presentó dos apelaciones ante el TAS contra la FIG con solicitudes de medidas cautelares urgentes. La primera apelación solicitaba la anulación de la declaración de la federación en la que se daba por enterada del veto indonesio. En la segunda se solicitaba al TAS que ordenara a la FIG tomar las medidas necesarias para garantizar la participación israelí en el campeonato o, en su defecto, trasladar o cancelar el campeonato. El TAS archivó la primera, declarándose incompetente para tratarla y prometió estudiar la segunda, pero negándose a aplicar medidas cautelares.

Pramono Anung Wibowo, gobernador de Yakarta fue quien hizo el anuncio oficial hace dos semanas. “Como gobernador de Yakarta, en las circunstancias actuales, no permitiré la presencia de gimnastas israelíes en el Mundial”, declaró. “No hay ningún beneficio en que los gimnastas israelíes compitan en Yakarta en este momento. No traen alegría, solo provocan ira”.

No es la primera vez que Indonesia ha vetado a los deportistas israelíes. Ya en 1962 denegó el visado a los deportistas israelíes y taiwaneses que querían participar en los Juegos Asiáticos. En marzo de 2023, antes de los atentados de Hamás y las matanzas de Gaza, la FIFA retiró el Mundial sub-20 a Indonesia por su negativa a permitir la participación de Israel y trasladó el torneo a Argentina. Israel ganó la medalla de bronce. En agosto del mismo año, el Gobierno indonesio decidió no financiar los Juegos Mundiales de Deportes de Playa que deberían haberse disputado en Bali por las presiones de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales para obligarle a admitir a Israel.

Si entre las mujeres, sus dos rodillas operadas a los 14 años son el gran rival de la argelina Nemour, junto a la brasileña Flavia Saraiva (tampoco compite la subcampeona olímpica Rebecca Andrade), la rumana Sabrina Maneca Voinea (hija de Camelia Voinea) y la rusa Angelina Mélnikova (compite como apátrida, ya que sigue activo el veto global contra el deporte del país de Vladimir Putin), entre los hombres se espera un habitual duelo chinojaponés Daiki Hashimoto- Boheng Zhang, si el suizo Noé Seifert se lo permite. Uno de los seis gimnastas israelíes inscritos era Artem Dolgopyat, uno de los grandes especialistas en suelo –campeón olímpico en Tokio y subcampeón en París, y actual campeón mundial, lo que no restará espectacularidad a la esperadísima actuación del norteamericano Kameron Nelson, que presenta dos triples mortales en suelo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_