Competir para avanzar
El periodista Jimmy Burns analiza en ’Cristiano y Leo’ el origen de ambos jugadores, su trayectoria y su manera de afrontar su reto particular


A ciertos niveles de excelencia, se necesita competencia. De otra forma, se resentirán los avances, las mejoras y, muy probablemente, la pasión con la que se desempeña la tarea en cuestión. En el deporte, es interesante que esa competencia ejemplifique diferentes modelos de entender la vida, de tal manera que los aficionados proyecten sobre los ídolos una suerte de lucha entre el bien y el mal en el que el bien, claro está, siempre es uno mismo.
La última década de LaLiga estuvo marcada por la tradicional rivalidad entre Real Madrid y Barcelona, pero a ella se sumó la batalla entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi por convertirse en el mejor futbolista del mundo. Entre los dos, suman más de 100 títulos y más de 1.000 goles. Sus estadísticas eran tan parejas que el liderazgo en alguna métrica podía variar de jornada en jornada. Resultaba difícil decidir cuál de los dos era mejor. A una demostración de talento de Messi le seguía otra de Cristiamo. Y viceversa. La competencia entre los dos era una subtrama de la principal, que se supone que era el éxito de sus respectivos equipos.
El periodista Jimmy Burns analiza en Cristiano y Leo (Córner) el origen de ambos jugadores, su trayectoria y su manera de afrontar su reto particular. Para él, los dos jugadores demostraron “una extraordinaria capacidad de evolucionar en su creatividad y en lo que aportan al equipo, como si la rivalidad fuera tanto consigo mismo como con el otro”. El libro ofrece mucho material para entender en su conjunto la figura de ambos astros. Su gestión de los éxitos y de los fracasos; sus filias y fobias en el vestuario; los mensajes que iban lanzando en cada declaración pública que hacían, que anticipaban sus siguientes pasos; o el impacto económico y social que conllevan, traducido en una presión difícilmente soportable para otros futbolistas. También aporta claves para vislumbrar cómo será el final de la carrera de ambos y hasta qué punto es probable que, aunque nunca lo hubieran imaginado, se echen de menos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
La Audiencia Nacional declara secreta la investigación sobre los pagos del PSOE
El Gobierno prevé aprobar las 35 horas para los empleados de la administración estatal en febrero
Alcoi estudia denunciar a la productora que grabó en la tumba de Camilo Sesto imágenes para una película porno
El Gobierno y la Generalitat Valenciana ponen en marcha la comisión mixta para la dana, que se reunirá en enero
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- Interior nombra jefe de la UCO al coronel Pedro Merino, exintegrante de la unidad y que estuvo destinado en La Zarzuela y Seguridad Nacional
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos






























































