Póker de Greipel y paseo triunfal de Froome en París

Fue un final de Tour pasado por lluvia. Y frío. En París, en la etapa final de la ronda gala, varios ciclistas llevaban esta tarde chubasquero por encima del maillot. Incluido Chris Froome, el ganador. A sus 30 años, el ciclista británico del Sky celebra su segundo Tour de Francia (el año pasado tuvo que retirarse por una doble caída en la etapa del pavés, también pasada por lluvia, como hoy).

El paseo triunfal por las calles de París lo hizo Froome con una bici especial, toda amarilla, en la que volvió a lucir el dibujo de un rinoceronte. Por la mañana, en el tren que llevó a los ciclistas a la capital francesa después de la paliza de los Alpes, Froome se dedicó a escribir tweets dando las gracias a sus compañeros de equipo. Sobre todo a Richie Porte que ayer, en la subida al Alpe d'Huez, le llevó (casi) de la mano cuando el ataque de Nairo Quintana. "No podría haberlo hecho sin ti", fue la dedicatoria del líder del Sky.

El de Froome fue un día de champán, fotos y celebraciones. De sonrisas y tranquilidad después de tres semanas de tensiones. Le escupieron, le tiraron incluso orina, le cuestionaron casi a diario por sus datos físicos y mecánicos. Sobrellevó la presión. En París entró en la línea de meta abrazado a todos sus compañeros.

Fue un día de sonrisas y tranquilidad para casi todo el pelotón menos para los sprinters, centrados en buscar la victoria en el escenario más importante, el de los Campos Elíseos. Finalmente, salió el sol. Ganó Andre Greipel, quién si no. El alemán se impuso al sprint y consigue así su cuarto triunfo de etapa en este Tour.