Emery mentaliza al vestuario con derrotas de equipos grandes

Unai Emery lleva dos semanas enloquecido. El vasco aisló a sus jugadores en Marbella para preparar el duelo del Málaga, último de Liga, y esta final de la Liga Europa de Varsovia. El trabajo con los futbolistas ha sido brutal. Vídeos y más vídeos del Dnipro. Un equipo duro, armazón de la selección de Ucrania que se lo puso duro a España precisamente en Sevilla en el encuentro jugado el pasado 27 de marzo de clasificación para la Eurocopa 2016. Con dos jugadores que se distinguen del resto, Rotan y Konoplyanka. Con un portero ágil, Boiko. Y un dueño que pone mucho dinero.

“Del Dnipro habrá visto 100 vídeos

La presión ha sido dura por parte de Emery, quien tiene por costumbre tragarse siempre los cuatro últimos partidos del rival antes de enfrentarse a él. “Del Dnipro habrá visto 100 por lo menos”, bromean en su entorno. Emery llegó serio a Varsovia, consciente de lo mucho que se juega su equipo. Le ha hablado a sus jugadores de lo absurdo que es sentirse favoritos y de cómo en el fútbol es una insensatez sentirse ganador de antemano. Y ha puesto ejemplos para que sus jugadores no se duerman: el Maracanazo de Brasil en su Mundial de 1950 ante Uruguay, el batacazo del Barcelona en el Sánchez Pizjuán ante el Steaua en la final de la Copa de Europa de 1986 o el triunfo de Grecia ante Portugal en la Eurocopa de 2004 en Lisboa. Ejemplos que retumban en la mente de los componentes de la plantilla. Este Dnipro presenta similitudes con esa Grecia que reinó en Europa con menos talento de sus rivales, pero con un corazón y una garra espectaculares. “Defienden cada trozo de césped”, les ha dicho el entrenador a sus jugadores.

El mensaje de Emery ha calado en sus futbolistas. En algunos muy serios y obedientes, como Fernando Navarro, y en otros con mentalidad más relajada, caso de Reyes.

“Sabemos cómo trabaja el míster con los vídeos y cómo nos mentaliza”, reconoció el propio Reyes, uno de los jugadores que podría utilizar Emery para abrir la defensa del Dnipro. El entrenador quiere un equipo paciente, que sepa tocar el balón y encontrar el pase en el momento adecuando ante un rival que realiza una gran presión a su rival. “Le tenemos el máximo respeto al Dnipro. Es nuestro lema y si no vamos al cien por cien somos vulnerables. La historia está repleta de ejemplos de cómo los equipos favoritos han perdido las finales. Hay miles de ejemplos en el fútbol antiguo y en el actual”, afirmó Fernando Navarro, primer capitán del equipo. Aunque no jugará, si el Sevilla gana el título será el catalán el encargado de levantar la Copa. “Sentimos que no somos favoritos”, añadió Reyes, un futbolista que puede alcanzar su tercera Liga Europa (ha ganado una con el Atlético de Madrid y otra con el propio Sevilla). También Beto puede alcanzar su tercera Liga Europa (fue héroe en la pasada edición parando dos penaltis en la final de Turín frente al Benfica).