Testigos desubicados

A Alberto Contador, el testigo estrella de la defensa de Manolo Saiz, se le espera pero no se sabe si estará, y a Tyler Hamilton, convertido en pocos días en el hombre clave de las acusaciones particulares, no se le espera en Madrid finalmente pero sí estará.

 Los problemas de Contador para conjugar su calendario deportivo con sus obligaciones testificales (y su renuencia a que la manada de fotógrafos de prensa le fusile entrando y saliendo de unos juzgados) no dejan de provocar espasmos en el calendario de fechas de señalamiento que la oficial del juzgado se pasa las tardes —horas extra no abonadas— trenzando y destrenzando, y que podría alargarse hasta abril cuando estaba previsto que acabara el 22 de marzo, viernes de dolores.

A Hamilton no se le espera en Madrid finalmente pero sí estará.

En un principio, el corredor que fue la joya de la corona del Liberty de Saiz, su garantía de futuro, estaba citado para el 15 de febrero, viernes. Su participación en esas fechas en el Tour de Omán obligó a adelantar su citación al 5 de febrero: hablaría, sí, pero por videoconferencia desde el juzgado de Parla, el más cercano a su casa de Pinto. La protesta de la defensa de Saiz, que no quería dar ventaja a las acusaciones colocando a su testigo el primero, llevaron a la juez a colocarlo el último. Allí debería estar, pero aún está desubicado, sin mención en el último guion del macrojuicio.

A Hamilton, citado por la Agencia Mundial Antidopaje, sí que le han encontrado ubicación. Testificará el exlugarteniente de Armstrong y cliente-paciente de Fuentes entre 2002 y 2004, el 19 de febrero, martes, pero no viajará a Madrid, sino que lo hará por videoconferencia desde la embajada española en Washington.