Un libro alegre para un piloto alegre

Dice Paolo Beltramo, periodista italiano, que Marco Simoncelli completaba los autógrafos con un afectuoso un abbraccio estampado al lado de la firma. “Me gustaba mucho, así que ahora le copio”, cuenta mientras atiende algunas peticiones de amigos que quieren una dedicatoria en la primera página de Il nostro Sic, del que él, que ya escribió hace algunos años un libro junto al piloto, se ha hecho responsable. Se trata de un libro con textos de los padres y los mejores amigos de Simoncelli, fallecido el pasado octubre, y endulzado con un buen puñado de fotografías, muchas de ellas inéditas.

Para presentarlo, el padre, Paolo, y la madre, Rossella, se presentaron en el circuito de Misano, ese que ahora lleva el nombre de su hijo. Y explicaron, como pudieron -“Es difícil hablar ante tanta gente”, confesó él-, que nada ha sido fácil para la familia estos meses. “Pero después de recibir tantas muestras de afecto queríamos devolverle a la gente todo ese cariño”, dijo Paolo. Así nació este libro, una puerta abierta a la intimidad de una familia que lo dio todo por el sueño de Marco, ser, algún día, campeón del mundo, como escribió en la pizarra del colegio cuando solo era un crío, en aquellos días en los que vestía un babero azul con una moto bordada en la pechera y la leyenda The best (El mejor) al lado.

El libro es una puerta abierta a la intimidad de una familia que lo dio todo por el sueño de Marco

“Al principio yo no estaba de acuerdo con la idea de hacer un libro así. Marco era mi niño. Pero luego me convencieron, ha sido como una charla entre amigos. Y, al final, ha salido una cosa preciosa”, añadía Rossella, que atendió con una sonrisa a una de las primeras observaciones desde el patio de butacas: “Por lo que se puede leer en las primeras páginas es muy divertido”, señalaron. “Tenía que ser un libro alegre”, concedía ella. “Es un sentimiento duro, porque él ya no está, pero Marco era un chico alegre, así que el libro debía ser como él”, concluía Beltramo.