Caos en el taller de Williams

Una explosión y la aparición de un fuego, que quemó gran parte del coche de Bruno Senna y originó una gran humareda tóxica, provocó el caos en el taller de la escudería Williams, que acababa de vivir la alegría de haber ganado su primera carrera desde el 2004. La explosión se produjo como consecuencia de alguna chispa en el mecanismo del tanque de combustible del equipo británico, y causó algunos heridos, la mayoría leves, por rasguños e inhalación de gases tóxicos. Las últimas informaciones apuntan a un balance global de un herido grave, que tuvo que ser evacuado en ambulancia con quemaduras en el 30% de su cuerpo y problemas respiratorios, y 11 intoxicados.

Lo que había sido la mayor alegría de los últimos años, se transformó para Frank Williams –a quien los Mossos impedían el paso- en una pequeña tragedia. La intervención de los mecánicos que se encontraban en el taller y que utilizaron los extintores del equipo y del circuito fue decisiva para paliar los daños en lo posible.

La situación provocó un gran caos en el paddock del circuito de Montmeló, con la llegada de ambulancias, bomberos y Mossos d’Esquadra, que intentaron acotar toda la zona en aras de la seguridad. Algunos de los mecánicos de Williams tuvieron que ser asistidos , al igual que varios comisarios de pista que acudieron de inmediato a intentar apagar el fuego.

El balance final, según fuentes no oficiales, es de un mecánico ingresado en el Hospital del Valle de Hebrón de Barcelona, y otros dos en el de Granollers. No se ha evaluado todavía la gravedad de todos ellos.