Un gol de Park desbanca al Arsenal

No fue Rooney, ni Berbatov (postrado en el banquillo), ni tampoco Nani. Fue Park, el comodín de lujo de Alex Ferguson para desencallar partidos trabados, quien decidió el encuentro frente a un Arsenal demasiado tierno que apenas opuso resistencia en Old Trafford. Un gol suyo en el minuto 41 permitió al United encaramarse al liderato de la Premier League y desbancar a así a los gunners, que aterrizaban en Manchester como el visitante más sólido del campeonato pero que en ningún momento ofrecieron muestras de poder tumbar a su rival.

Los de Ferguson se impusieron desde el principio en la batalla que se libró en el centro del campo, en donde Fletcher y Anderson impusieron su oficio y su envergadura al joven Wilshere y al estéril Song. Por si fuera poco, a Nasri, excesivcamente escorado en el flanco derecho y muy poco participartivo, se le apagó la luz que la ha permitido brillar con luz propia en los últimos encuentros y Arshavin dimitió antes de que comenzase la contienda.

Intentaba triangular el Arsenal, pero el United mordía y poco a poco iba ganando metros sobre la meta del joven Szczesny, que pese a demostrar buenas maneras no pudo hacer nada ante un escorzo inverosímil de Park en el minuto 41 que a posteriori decidiría el encuentro. El coreano, astuto como pocos, se coló entre los zagueros londinenses, Koscienly y Squillaci, y cabeceó por encima del portero.

En el segundo acto, Arsène Wenger trató de remediar los males de su equipo y dio entrada a toda la artillería: el frágil Van Persie, todavía muy fuera de forma por sus reiteradas lesiones; el joven Walcott, que intentó explotar su velocidad pero al que le faltó más mordiente; y Cesc Fábregas, que reaparecía después de casi un mes de inactividad y que no pudo evitar la derrota de su equipo.

Un varapalo que priva al Arsenal del liderato y que pudo ser todavía más doloros si Wayne Rooney, muy activo en el frente de ataque del United, no hubiese lanzado a las nubes una pena máxima.