Europa derrota a Estados Unidos

Europa ha sumado los puntos necesarios para asegurarse el triunfo en la XXXV edición de la Copa Ryder de golf, que hoy ha concluido en Oaklands Hills (Detroit) tras los partidos de individuales. Los europeos han derrotado a sus rivales por 18,5 a 9,5 puntos, el noveno triunfo para el Viejo Continente, el cuarto de los últimos siete años y el más abultado de todos.

Los partidos ganados por el inglés Lee Westwood y el escocés Colin Montgomerie elevaron el marcador de Europa hasta los 14,5 puntos, cifra suficiente para repetir el triunfo de la última edición en 2002.

Estados Unidos, en un campo perfecto para sus intereses, ha gozado de una inmejorable oportunidad pero ha vuelto a chocar con unos europeos más cohesionados como equipo. El capitán del conjunto continental, el alemán Bernhard Langer, pasará a la historia por este triunfo, con un inesperado y cómodo desenlace -aseguró el triunfo con cinco partidos aún por terminar-.

Europa solventó las dos primeras jornadas con la mayor ventaja de la historia (11-5) y no ha desperdiciado ese margen. El fracaso del equipo capitaneado por Hal Sutton ha sido total, con la peor derrota sufrida desde el origen de la Copa. Sutton, en un último intento lógico, colocó a sus pesos pesados en los primeros partidos de individuales, con el fin de conseguir cuatro o cinco puntos seguidos. La estrategia de Langer fue distinta. Distribuyó de forma homogénea a sus hombres, de tal forma que los más veteranos y sus golfistas en mejor forma atenuaran el desarrollo de la jornada última.

Sergio García, figura

Fue todo un éxito el planteamiento de Langer, aunque las tempranas victorias de Tiger Woods y Jim Furyk hicieron pensar que el proyecto podía venirse abajo. Pero en ese momento surgió la figura de Sergio García. El español, que sale invicto de esta Ryder, hundió más a un Phil Mickelson en el ojo del huracán de las críticas.

Poco después, el norirlandés Darren Clarke empató frente a DavisLove III (medio punto por bando) y los partidos ganados por el inglés Lee Westwood y el escocés Colin Montgomerie (invicto desde 1991 en los individuales) elevaron el marcador de Europa hasta los 14,5 puntos.