‘Frankenstein’: el bello monstruo de Guillermo del Toro y Jacob Elordi toma la palabra
El joven actor australiano encarna de forma conmovedora a la criatura en la romántica lectura que hace el cineasta mexicano del mito de Mary Shelley

Jacob Elordi no era la primera opción de Guillermo del Toro para encarnar a la criatura de su Frankenstein. Pero cuando Andrew Garfield abandonó el proyecto semanas antes de empezar a rodar, tras meses de preparativos, surgió como recambio el nombre del actor australiano y Del Toro y el maquillador Mike Hill, colaborador habitual suyo, reinventaron al monstruo. No sabemos cómo hubiese sido el personaje con el plan original, pero el trabajo de Elordi, la tristeza y soledad que transmite, es el corazón de una película que crece en su segundo acto, cuando la criatura, al fin, toma la palabra.
Frankenstein se estrenó el 17 de octubre en (muy pocas) salas, y ahora llega a Netflix. Es una vergüenza la estrategia de esta plataforma, que parece decidida a ahogar el paso por los cines de sus estrenos. Una casa llena de dinamita o Frankenstein son los últimos y lamentables ejemplos de cómo la compañía de streaming maltrata la exhibición en pantalla grande de sus producciones. En el caso de una película como esta, en realidad de cualquiera, pero especialmente tratándose de una fantasía gótica de grandes decorados y dos horas y media de duración, el ámbito doméstico acaba siendo letal.
El amor de Del Toro por el monstruo es el centro de su adaptación del mito creado por Mary Shelley en su novela de 1818 Frankenstein o El moderno Prometeo. Bien empapada de literatura, esta nueva versión se inclina hacia la tragedia paterno filial teñida de un romanticismo gótico. El destino del científico (encarnado por Oscar Isaac) y su criatura se anclan en la solitaria infancia de Víctor Frankenstein, marcada por la muerte de su madre y un padre distante y autoritario. Todo el dolor de la película nace de esa falla familiar y de la visión compasiva de Del Toro: el perdón es clave en su visión del mito.

Desde su presentación en el último festival de Venecia, el director mexicano ha declarado que se trata de un proyecto ambicionado por él desde hace tres décadas. Y tiene su lógica: todo su cine gira alrededor de la idea de lo monstruoso y de alguna manera el mito de Frankenstein siempre ha estado latente en su imaginario. Del Toro suele citar su deuda con El espíritu de la colmena y, por supuesto, con las dos películas que supusieron la fundación del mito en el cine, las insuperables Frankenstein (1931) y La novia de Frankenstein (1935), en las que el director James Whale, el actor Boris Karloff y el maquillador Jack Pierce fijaron la imagen popular de la criatura. Un monstruo que se expresaba con gruñidos y que, gracias al enorme talento de Karloff, mostraba su tormento con las manos, la mirada y su particular y torpe manera de caminar y moverse.
Pese a estos referentes, la versión de Del Toro recuerda más a la adaptación que en los años noventa dirigió Kenneth Branagh, Frankenstein de Mary Shelley, aunque aquella era mucho más violenta y oscura, y el martirio de su criatura, encarnada por Robert De Niro, se centraba de forma algo tosca en su falta de una identidad. El productor era Francis Ford Coppola, cuya revisión de otro mito del cine de terror, Drácula, parece otra fuente de inspiración de este nuevo Frankenstein, sobre todo en la estética de los personajes femeninos, especialmente Elisabeth (Mia Goth), en la que también resuena —aunque el personaje se queda en la superficie— la Mary Shelley / la novia del monstruo del clásico de 1935.
Con todo, Del Toro y Elordi hacen algo muy distinto que acaba señalando su propio camino. Vemos a su criatura nacer y tomar conciencia de su cuerpo y su fatalidad gracias a cómo el joven actor transmite capas de emoción y vida que se funden con su maquillaje. Es conmovedor su trabajo interior y exterior, lo muchísimo que dicen sus ojos y movimientos. Su gesto siempre encorvado por la altura, el aire aniñado, el miedo y la furia, las insondables consecuencias de su desgracia. Hecho de jirones humanos, los ojos de Elordi sí nos recuerdan que no hay monstruo más desdichado que el de Frankenstein.
Frankenstein
Dirección: Guillermo del Toro.
Intérpretes: Oscar Isaac, Jacob Elordi, Mia Goth, Christoph Waltz, Lars Mikkelsen, Charles Dance.
Género: fantástico. Estados Unidos, 2025.
Plataforma: Netflix.
Duración: 149 minutos.
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