Más de mil artistas vuelven a reclamar al Gobierno la bajada del IVA cultural: “Se nos acaba el tiempo, nos estamos ahogando”
El sector demanda que se adopte una directiva europea de 2022 que ya han aplicado otros países como Francia y Portugal


El sector de las artes visuales ha vuelto a pedirle al Gobierno este miércoles que baje el IVA cultural, actualmente en el 21%, como ya reclamó en 2024 y en años anteriores. En el manifiesto que firman más de mil artistas y galerías se reclama que se adopte un tipo reducido para las ventas de obras, según se plantea en una directiva europea de 2022, que otros países de la zona ya han adoptado. “No nos queda tiempo. Hay que trasponer la directiva. Sí o sí. Es difícil que el Gobierno nos justifique esta espera. Se nos acaba el aire. Nos estamos ahogando, y no solo las galerías, también los artistas y como consecuencia una parte de la creación cultural”, han dicho los portavoces de ocho organizaciones de distintas partes de España.
En una sala del Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde el artista Jordi Teixidor, premio Nacional de Artes Plásticas, y la creadora Teresa Solar han leído el documento, se ha reunido una representación del sector que ha ido desglosando las consecuencias que tiene para España mantener el 21% de IVA, mientras que Francia, Italia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica ya lo han bajado según la indicación de Europa (al 5,5%, 5%, 7% y 8% respectivamente). “La pérdida de competitividad respecto a estos países nos encamina hacia la irrelevancia”, han asegurado.
España ocupa el sexto puesto en el mercado del arte europeo, según datos aportados por el sector, una posición que puede seguir bajando tras la reciente bajada del IVA cultural en Portugal hace unos pocos días del 23% al 6% a partir de 2026. “Esto ha sido otro mazazo”, se ha escuchado en la reunión. Valga un ejemplo: Luis Valverde, responsable de Espacio Mínimo, expone a la artista portuguesa Ana Vidigal. “Me estoy planteando si seguir trabajando con ella porque sé que es más económico adquirirla en su galería de Francia y ahora también en su país”, ha contado.
“Es una situación discriminatoria también respecto a otros sectores creativos como la música, las artes escénicas o el cine, que cuentan con un tipo reducido en las ventas de sus creaciones”, han añadido. “Nosotros creemos que el arte es cultura. Nos preguntamos si el trabajo de los artistas no se considera imprescindible para la sociedad. En las artes visuales siempre nos dicen que el que compra es rico, eso no pasa con quien ocupa la butaca del Teatro Real”.
Arco ejemplifica bien esta desigualdad. En el mismo espacio, incluso en el mismo pasillo, un comprador que adquiere una pieza en una galería francesa pagará menos por el tipo de IVA, que si quiere hacerse con una obra del mismo autor en una española. Por eso, en la edición del pasado marzo, a las 12.30 del primer día, los espacios españoles, tras ser avisados por megafonía por la organización, apagaron las luces de sus estands durante unos minutos en forma de protesta. “Fue un brindis al sol, como puede que lo sean otras medidas propuestas”, ha reflexionado Valverde, que ha propuesto el cierre de estos espacios al público. “Podemos mantener unos servicios mínimos, de 12 a 14.00, con cita previa los sábados. Así, hasta que esta situación sea revertida”.
Pedro Marín, de la galería Guillermo de Osma, ha planteado la posibilidad de que estos espacios dejen de prestar obra a los museos y otras instituciones públicas, en una sala en la que estaba presente, entre otros, Manuel Segade, director del Reina Sofía. “Es un trabajo gratuito, invisible e invisibilizado”, ha dicho, “que sean los museos los que vayan a pedir a los ministerios para que se den cuenta del trabajo que hacemos”.
En un momento del debate posterior a la lectura del manifiesto, una representante del Ministerio de Cultura ha pedido la palabra. Ángeles Albert, directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, estaba entre el público y ha escuchado cómo el sector acusa al Gobierno de inacción. Desde hace años, el Ministerio de Cultura de Ernest Urtasun se muestra favorable a la reducción del IVA, pero, como ha defendido la propia Albert la postura de esta cartera, es Hacienda la que, aseguran, es reticente a tomar esta decisión: “Lamentablemente, no depende del Ministerio. No quiero que quede la sensación que desde Cultura no hacemos nada. De hecho, a veces tenemos la sensación de que trabajamos contra Hacienda”.
El sector asegura que llevan meses de “silencio” como respuesta por parte de los ministerios competentes. “El momento de la información ha pasado, ya hemos pedido y hemos dado los datos a Hacienda, que nos aseguró que tenía una propuesta que no hemos visto. El Ministerio de Cultura tiene que seguir presionando”, le han respondido a Albert.
No ha sido este el foro en el que el sector haya tomado ninguna decisión sobre los siguientes pasos a dar. Solo ha habido una conclusión: “Hay que hacer algo contundente, por usar un término si la palabra radical nos da miedo”.
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