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Los dos detenidos por el robo en el Louvre reconocen “parcialmente” su participación en los hechos

La fiscal de París, Laure Beccuau, ha pedido al juez instructor la imputación de los sospechosos por delitos de robo y asociación de malhechores, lo que suma 15 años de prisión

Un investigador se asoma por el balcón por donde entraron los ladrones al Louvre. Foto: Kiran Ridley (Getty Images) | Vídeo: EPV
Daniel Verdú

La fiscal de París, Laure Beccuau, ha comunicado este miércoles que los dos detenidos por participar en el robo en el Museo del Louvre del pasado 19 de octubre han reconocido “parcialmente” su participación en los hechos. Ambas personas—de las que se han encontrado muestras de ADN en la escena del crimen— fueron arrestados el pasado domingo cuando estaban a punto de abandonar el país con destino a Mali y a Argelia. Beccuau no ha aportad más información sobre la confesión de los sospechosos “para no interferir en la investigación”, y ha solicitado al juez instructor la imputación de los dos hombres por delitos de robo, con una pena de hasta 15 años de cárcel, y de asociación de malhechores, que sumaría otros 10, además de pedir prisión preventiva.

Los dos hombres tenían antecedentes penales, uno por delitos de circulación y otro por robo agravado. El primero es un argelino de 34 años que vive en Francia desde 2010, y que intentaba regresar a su país cuando fue detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle hacia las ocho de la noche del domingo. Su ADN fue encontrado en una de las motocicletas que el grupo usó para escapar tras el atraco.

El otro hombre, de 39 años, fue detenido el mismo día desde su casa en Aubervilliers, en el departamento de Seine-Saint-Denis, al norte de París. Su ADN estaba también en una de las dos vitrinas desde donde sustrajeron las joyas y en algunos de los objetos que abandonaron para huir, ha confirmado la fiscal.

Las joyas robadas todavía no han aparecido: “Mantengo la esperanza de que las encontraremos y las devolveremos al Louvre y a la nación. Esas joyas son invendibles, quien las comprara sería considerado culpable de complicidad con el crimen”, advirtió la fiscal. El problema es que, probablemente, el robo fuera por encargo y pensado para desmontar las joyas y vender los diamantes por separado. Algo que haría prácticamente imposible su localización.

Las pesquisas se apoyan ahora en las numerosas pistas que dejaron los ladrones en su precipitada huida: chalecos, casco de moto… Se hallaron cabellos pertenecientes a uno de los ladrones —probablemente el primero en entrar al museo— dentro del casco. Los sospechosos tampoco lograron incendiar la plataforma y el camión utilizados para acceder a la Galería de Apolo, ambos encontrados abandonados en plena vía pública. Según las primeras investigaciones, los ladrones habrían robado el elevador tras concertar una cita en la web de compraventa de objetos de segunda mano Le Bon Coin con un vendedor que deseaba deshacerse de él. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Louvres (Val-d’Oise), pocos días antes del asalto.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes
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