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Una revista histórica retira su último número, titulado ‘Vascones’, por un error “inadmisible” sobre la mano de Irulegi en la portada

La editorial Desperta Ferro cesa su relación con la ilustradora que dibujó en la primera página de la publicación la palabra “España” en una recreación del objeto, que algunos expertos consideran la primera inscripción en euskera de la historia

Tommaso Koch

La editorial Desperta Ferro cumple estos días 15 años especializada en “historia antigua, medieval, moderna y contemporánea”. Presume de que sus contenidos, más allá de generar interés, siempre cumplen con al menos dos requisitos: rigor y respeto de la documentación. En la reciente portada del número 63 de Arqueología e historia, titulado Vascones, no sucedió. El hombre en primer plano luce un collar inspirado en la ya célebre mano de Irulegi, que lleva la que algunos expertos consideran la primera inscripción en euskera de la historia. Pero, sobre el colgante, la ilustradora colocó la palabra “España”. Cuando el sello, avisado por un lector, se dio cuenta, ya era tarde. Ayer sábado los responsables de Desperta Ferro se declararon en un comunicado “devastados por este error inadmisible”. Además, han ordenado la retirada de la circulación de este número y cesado la relación con la autora de la portada.

“La ilustradora ha tergiversado de forma deliberada la documentación que le proporcionamos en torno al ornamento que porta al cuello el personaje central, inspirado en la mano de Irulegui, una deformación que, para nuestra consternación, no hemos detectado hasta que un lector nos ha llamado la atención sobre ello. Una alteración de este calado, sea cual sea, va completamente en contra de lo que representamos […] Nuestros lectores no merecen esta falta de rigor y de sensibilidad histórica”, agrega la nota emitida ayer sábado por la editorial. Varios usuarios han subrayado en redes sociales, además, el parecido del personaje principal con el actor Dani Rovira y el de otra mujer de la imagen con la intérprete Clara Lago, protagonistas ambos de la película Ocho apellidos vascos.

Una fuente de Desperta Ferro relata al teléfono que, tras hablar con la ilustradora, esta atribuyó lo sucedido a un error: como broma personal, incluyó la palabra “España” en una de las versiones anteriores de la portada. Sin embargo, terminó enviándola como si fuera la definitiva. Normalmente, según la misma fuente, las imágenes de portada pasan por un proceso de retoques, sugerencias e intercambios entre su autor y la editorial. En este caso, se recibió “en el último momento”, lo que redujo el margen para detectar el fallo. La fuente agrega que la autora tiene una trayectoria de “seis años intachables” como portadista de la misma revista, lo que hace que los responsables del sello confíen en la explicación que les ha proporcionado.

“Nuestros ilustradores no son historiadores, pero los directores de las revistas sí. Y preparan un exaustivo dosier con información que el dibujante va a necesitar. El arte luego lo pone el ilustrador. Que aparezca una cierta prenda, armamento o elemento arqueológico es responsabilidad nuestra. La ilustración histórica es uno de los pilares de Desperta Ferro y no solo por su deleite estético sino por el rigor que tiene detrás”, agrega la misma fuente. De paso, resta importancia al presunto parecido con los intérpretes: “Dos caras son dos caras”. Ni tampoco quiere centrar la conversación en que escribir “España” justo en el objeto que puede atesorar la primera inscripción en euskera de la historia hiera sensibilidades y despierte reacciones más emotivas y encendidas. La fuente incide una y otra vez en que lo que más le preocupa es el rigor.

Javier Velaza, who teaches Latin Philology at the University of Barcelona, during the media presentation of the Hand of Irulegi.

De ahí vino la reacción inmediata y tajante de Desperta Ferro: “Cualquier cosa que no hubiera sido reproducir la inscripción original hubiera tenido las mismas consecuencias. El problema es la tergiversación de una pieza arqueológica. Está violentando el rigor de nuestra editorial, nuestra sensibilidad histórica y nuestra responsabilidad para con los lectores". Pese a la retirada en marcha, hoy domingo por la mañana la revista aún podía adquirirse en algún quiosco de Madrid. Y, en todo caso, la imagen ya había sido compartida en distintas redes sociales, incluso por parte de Desperta Ferro. La editorial, según la fuente consultada, está valorando la posibilidad económica de relanzar la revista próximamente con otra portada. “No nos sentimos cómodos con esta revista en el mercado. No nos podemos permitir tener esta mancha en un currículo de 15 años”, añade.

La publicación de la editorial en Instagram recibió comentarios que aludían a los errores o aprovechaban para reírse de ellos. Aunque, entre otros, una usuaria aseguraba haber descubierto la existencia de la revista a raíz del comunicado y mostraba su interés por adquirir ahora ejemplares antiguos.

“Vascón’ es un etnónimo muy particular. Se usó desde época prerromana hasta época medieval, pero ¿Qué sabemos en realidad de este (o estos) pueblo(s)? ¿Los vascones de la Edad del Hierro eran los mismos que los tardoantiguos? ¿Qué territorio ocupaban? Sabemos muy poco de su territorio y lengua durante la Edad del Hierro y es Roma quien acaba de ‘construir’ este grupo que, antes, no parece haber conformado una unidad. Y, cuando Roma se fragmenta, vuelve a aparecer un territorio con identidad propia: Vasconia”, se lee en el arranque de la publicación de Desperta Ferro en Instagram, para introducir el número 63 de la revista. Y el comunicado defiende todo lo que aparezca en sus páginas interiores, el “excelente trabajo y exquisito rigor de los autores, cartógrafos e ilustradores que han participado”. De ahí la idea de volver a publicarla idéntica, próximamente, salvo con otra portada.

La mano de Irulegi también ha dado mucho que hablar. Se trata de una representación en bronce de una extremidad diestra fechada en el siglo I a. C., cuyo hallazgo se hizo público el 14 de noviembre de 2022. Fue localizada en un yacimiento arqueológico del valle de Aranguen (Navarra). Y tiene grabado en signario paleohispánico (un semisilabario, que no alfabeto), una primera palabra que los especialistas pronto identificaron como sorioneku. Por su enorme relación con el vasco actual, fue traducida como “buena fortuna”. Desde su descubrimiento, cierto consenso científico considera la mano de Irulegui como un documento excepcional. Sirve para plantear que hace 2.100 años en Navarra se hablaba ya un vasco arcaico. Existe, sin embargo, muchas dudas y sorioneku podría ser incluso el nombre de una divinidad. Hay muchas más incógnitas: quién la hizo, por qué, si existe también una mano izquierda, si efectivamente demuestra que los antiguos vascones usaban una escritura propia y no la íbera. Lo que está claro es que el objeto no llevaba la palabra “España”, que le añadió la ilustradora. En un tema con tantas visiones distintas, la artista ha puesto a todos de acuerdo. En su contra.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.
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