Los jóvenes de Santillana del Mar que cumplan 18 años podrán acceder a la cueva original de Altamira

Un regalo especial, inesperado y exclusivo. Los jóvenes de Santillana del Mar que cumplan 18 años recibirán, junto con la mayoría de edad, un privilegio deseado por muchos: podrán acceder a la cueva original de Altamira. Así lo ha aprobado hoy el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, por unanimidad, en una reunión celebrada en la misma localidad, que acoge la célebre cueva. “De esta forma, de las 250 visitas que se permiten cada año por cuestiones de conservación preventiva, 20 estarán reservadas a los jóvenes empadronados en Santillana del Mar. La medida busca favorecer el sentimiento de pertenencia de la cueva de Altamira y reforzar la identidad patrimonial de los jóvenes del municipio”, reza el comunicado del Ministerio de Cultura, cuyo responsable, Ernest Urtasun, preside el patronato. La medida empezará a explicarse ya este año: quien cumpla 18 a lo largo de 2025 podrá ver en 2026 de cerca los legendarios bisontes pintados en las paredes rocosas.

“El sistema de selección lo determinará el Ayuntamiento de Santillana del Mar, siempre bajo criterio de transparencia en la selección”, agrega el documento. A la vez, la reunión ha establecido mantener el régimen actual de visitas, que cita por orden cronológico las solicitudes que se fueron acumulando en una lista de espera activa hasta junio de 2002, cuando se cerró la cueva a la visita pública por cuestiones de conservación. El acceso se volvió a autorizar en 2014, pero con otro formato: un sorteo público de cinco personas a la semana. Tras la pandemia, se decidió recuperar la lista de espera, de la que de momento se han gestionado 720 solicitudes. Siempre, eso sí, con un límite de 250 visitas anuales.

El acceso a la cueva ha generado debates y controversia a lo largo de los últimos años, entre expertos que apoyan autorizar la entrada de público, aunque de forma controlada y con cupos, y quienes consideran que la conservación ideal requeriría cerrarla a la ciudadanía y autorizar solo los ingresos imprescindibiles, como los de los estudiosos. A la vez, Santillana del Mar acoge una reproducción de la cueva, para que la gran mayoría del público pueda hacerse una idea de las pinturas rupestres sin afectar a la conservación del espacio.

La reunión del patronato abordó también otros temas. Tras invertir cerca de dos millones de euros en 2024 en el museo, Cultura tiene previsto un desembolso en torno a 1,1 millones este año, para “mejorar el acceso al museo, renovar la iluminación de la Neocueva, al sistema de modelado digital BIM de la cueva y la compra de un terreno para reforzar la conservación”, según el comunicado.

“El Instituto del Patrimonio Cultural de España ha presentado en el Patronato una nueva herramienta de gestión, pionera en la aplicación de la tecnología BIM al patrimonio cultural, que permitirá generar un gemelo digital de la cueva. Con este sistema todos los agentes implicados en la conservación de Altamira, tantos los técnicos del museo como investigadores de la Universidad de Cantabria y otras instituciones, que deben trabajar también respetando los protocolos de acceso, podrán disponer de todos los datos de una forma más ágil e inmediata”, agrega el documento.