Morante de la Puebla, tras su triunfo en la Feria de San Isidro: “Siento que he realizado mi mejor faena en Las Ventas, impregnada de magia”
El torero sevillano recuerda orgulloso su reciente paso victorioso en la plaza de toros de Madrid


“Siento que la faena del pasado miércoles al primer toro ha sido la mejor que he podido realizar en Las Ventas y me siento muy orgulloso por ello; hubo mucha lentitud y momentos para el recuerdo; no sé, pero creo que estuvo impregnada de magia”.
José Antonio Morante de la Puebla -45 años y a punto de cumplir 28 como matador de toros- evoca así su reciente actuación en la Corrida de la Prensa de la Feria de San Isidro, una tarde en la que el torero sevillano dibujó una faena desbordante de armonía e inspiración, vivió el cariño y la entrega del público, y también la polémica cuando el presidente, Ignacio Sanjuán Rodríguez, le negó la oreja entre la sorpresa general.
A través del teléfono, desde Cáceres, donde está anunciado este viernes, Morante afirma con cierta timidez que cree que ha sido una faena histórica. “Bueno, qué voy a decir yo”, señala. “Para mí, ha sido una faena histórica en mi carrera por la despaciosidad y, sobre todo, por la expectación que despertó, por la entrega de los tendidos, y por silencio, con lo complicado que es que la plaza de Las Ventas guarde silencio… Pero yo lo capté, lo que me obligaba a no defraudar y estar a la altura de las circunstancias; por eso, mi compromiso fue total”.
“Recuerdo que el toro era distinto por cada pitón, se abría más por el derecho y pasaba muy cerca por el otro”, prosigue, “pero hubo un momento en que creí estar viendo un vídeo de la época de Antoñete, con la gente muy metida en la faena, y la verdad es que yo no podía quedarme atrás”.
“Creo que el presidente no fue sensible a la hora de valorar la obra que yo había ejecutado ni la petición del público”
El torero asegura que no se esperaba el recibimiento que le tributó la plaza al romperse el paseíllo. “Es más, cuando empezaron a aplaudir, yo pensé que en la Corrida de la Prensa se hacía saludar a los tres toreros; después, se me ocurrió que sería para Talavante, que ya ha salido a hombros, y por último, me dije, pues será para mí. Pero, al final, fue bonito que saludáramos los tres, porque yo no quería en exclusiva una distinción tan honrosa”.
Y señala que rápidamente captó la actitud del público. “Sí, porque cuando recibí al toro con el capote y lo lanceé a la verónica, noté al momento una conexión un poco mágica con los tendidos, y me di cuenta de que podía ser una tarde especial”.
Y tras la faena de muleta, todo un derroche de armonía e inspiración, plagada de instantes bellísimos que cautivaron a todos los presentes, llegó la encendida polémica por la decisión del presidente de no conceder la oreja.
“Eso fue un poco lo de menos”, afirma. “Creo que el presidente no fue sensible a la hora de valorar la obra que yo había ejecutado ni la petición del público, pero lo que me fastidió de verdad es que el toro no cayera por el efecto de la estocada; yo pensé que estaba muerto y temía fallar con el descabello”.

Pregunta. Pero usted se negó a dar la vuelta al ruedo…
Respuesta. Sí, me negué porque, a veces, dar una vuelta no tiene más sentido que figurar en la estadística, y no hacía falta. La faena por sí sola ya era de vuelta. Pero en ese momento pensé que todo o nada. Estaba realmente molesto por no haber podido cortar las orejas al toro más que con la decisión del palco, y la vuelta al ruedo me parecía algo vulgar.
A pesar de ello, Morante reconoce que se marchó de la plaza muy satisfecho, “sabiendo que había sido un gran día”. “Aunque el segundo toro no me permitió rubricar la tarde, me fui al hotel muy contento”.
Morante de la Puebla vuelve a estar anunciado en Las Ventas el próximo domingo, día 8, en la corrida de Beneficencia, y el torero admite que se le esperará con los brazos abiertos.
“Imagino que será así, si la gente aplaude, yo sí sabré entonces que es para mí, y creo que es muy bonito que a un torero se le espere con los brazos abiertos”.
P. ¿Habrá esa tarde salida a hombros por la Puerta Grande?
R. “A ver si se me abre de una vez, porque he estado a punto en varias ocasiones, pero no ha sido posible por culpa de la espada. Vivo una etapa de mi vida en la que el triunfo no es lo más importante, pero reconozco que me gustaría tener el recuerdo de una salida a hombros de esta plaza”.
“Estoy bien de salud, más o menos; sigo luchando con mi cabecilla, y aún no estoy recuperado totalmente”
P. Aún se sigue hablando del quite a cuerpo limpio que le hizo al subalterno José María Amores…
R. [Sonríe] “Sí, venía el toro persiguiéndolo, vi el peligro para el banderillero y salí al encuentro; en ese instante me acordé de Rafael el Gallo, me metí en el costado del toro y salió un lance muy torero”.
P. Pero llevaba usted en la mano un vaso con agua…
R. “Sí, y no se derramó ni una gota…”.
P. Por cierto, ¿se encuentra usted ya recuperado de sus problemas de salud?
R. “Estoy bien, más o menos. Sigo luchando con mi cabecilla. No estoy recuperado totalmente, pero ahí vamos, dándole a la pelota hacia adelante”.
(Por decisión unánime del jurado, la Asociación de la Prensa de Madrid concedió al diestro sevillano la Oreja de Oro de la corrida por “su genial concepto del toreo y el maravilloso quite a cuerpo limpio a un peón en peligro”).
Ignacio Sanjuán, presidente: “No vi petición mayoritaria”
El presidente del festejo del pasado miércoles, Ignacio Sanjuán, recibió una fuerte bronca de los espectadores por su decisión de no conceder la oreja del primer toro a Morante de la Puebla, y la polémica aún continua en las redes sociales.
Aunque en principio expresó su decisión de no opinar al respecto, aceptó finalmente, a requerimiento de Alejandro Martínez, de enviar un mensaje vía wasap en el que, en modo telegráfico, señala en primer lugar: “Toreo del mejor Morante y de arte. Excelente”. Añade a continuación que la “espada cayó trasera y algo atravesada y no tuvo muerte; esperó casi dos minutos sin entrar a descabellar. Un aviso y tres descabellos”. Y termina: “Muchos pitos, pero no vi petición mayoritaria, y mi criterio de la espada es siempre el mismo para todos”.
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