Pilar Sánchez Vicente gana el Edhasa de narrativa histórica con una novela sobre las mujeres guerreras asturianas de la Reconquista
‘El cantar del Norte’ lo protagonizan Sancha Asuera, llamada la Valentona, y sus capitanas, figuras documentadas en las fuentes

Una novela de épica y vida cotidiana protagonizada por las mujeres guerreras asturianas que combatieron en el siglo VIII durante la Reconquista, en la época de don Pelayo, se ha alzado con el Premio Narrativas Históricas de Edhasa en su octava edición. El cantar del Norte, subtitulado “la guerrera astur”, de Pilar Sánchez Vicente, es la obra ganadora de este galardón de literatura de género, dotado con 10.000 euros y una estatuilla, que en este caso lo es también de género femenino. La novela narra retrospectivamente, contada por una de sus hermanas junto a la protagonista moribunda, las aventuras y proezas de Sancha Asuera, la guerrera astur conocida como la Valentona, que ha dado pie a un cantar de gesta sobre sus hazañas (el Cantar del Norte del título), entre ellas la reconquista de Cangas a los sarracenos para la cristiandad.
Sanchez Vicente (Gijón, 63 años), que ha recogido el premio en Barcelona, es historiadora, documentalista y escritora con 12 novelas publicadas, entre las que figuran varias de género histórico y otras policiacas. El jurado ha destacado que se trata de una obra “amena y apasionante sobre las mujeres guerreras que a la sombra de la mítica figura del rey Pelayo libraron y ganaron batallas”. Y ha añadido que la novela está “fielmente documentada y ágilmente escrita” y que “transporta de un plumazo al lector a las tierras astures de mediados del siglo VIII”.
En una mañana “asturiana, calabobos incluido”, como ha apuntado el editor de Edhasa, Daniel Fernández, Sánchez Vicente ha subrayado que más allá de las batallas, El cantar del Norte es una novela de personajes y con gran atención a la vida cotidiana, como los mercados. También ha recalcado que Sancha Asuera es un personaje histórico que conocemos gracias a las Memorias de Asturias, del clérigo avilesino del siglo XVI Luis de Valdés, el cual, ha recordado, explicó cómo don Pelayo fue de Covadonga a Cangas de Onís, en poder de los musulmanes, y las mujeres guerreras de su tropa se disfrazaron de esclavas moras huidas y así consiguieron entrar en la ciudad “matando como leonas y como bravas asturianas, con su capitana Sancha Asuera”. La propia guerrera salió a recibir a Pelayo con las llaves de la ciudad en una fuente “y se las presentó al rey con gran espanto y admiración de todo el ejército”. La novela recrea de manera muy emocionante el episodio del ardid de Sancha, la toma de la ciudad y el recibimiento a Pelayo, con la guerrera imponente bajo su piel de oso.
Daniel Fernández ha recordado que hace no muchos años se negaba que pudieran existir mujeres guerreras en la historia —Sergio Vila-Sanjúan, miembro de jurado, ha matizado con humor que siempre teníamos a Sigrid de Thule—, pero que en los últimos tiempos se ha confirmado la existencia de guerreras entre pueblos como los escitas y los vikingos, además de mujeres gladiadoras, y novelas y series se han poblado de ellas. Ha destacado que Sánchez Vicente da carta de naturaleza y visibilidad ahora a las guerreras astures medievales y lo hace con enormes realismo y emoción.
“Encontrar esa mención a Sancha Asuera y a las guerreras de Pelayo en las memorias de De Valdés fue un regalo”, ha explicado la autora, que ha recordado que el clérigo precisa que las mujeres combatientes exigieron cobrar una soldada como sus camaradas hombres. “He tratado de meterme dentro y describir ese mundo como podía haber sido”, ha continuado con una pasión que la hacía transfigurarse en una Boadicea y que pedía a gritos que le dieran una espada para encarnar a la Sancha Asuera que muestra muy efectivamente la portada del libro, a punto de soltar un mandoble.
La novelista, cuya tesina fue sobre la mujer en la Edad Media, quiso, ha dicho, sumergirse en el magma del que salieron las mujeres guerreras astures y en esa mezcla de historia y leyenda que configura el reinado de Pelayo y la batalla de Covadonga. “Me gustan los lugares y épocas fronterizos”, ha reflexionado Sánchez Vicente, que ha recordado que sus novelas siempre tienen protagonistas femeninas como Sancha y sus bravas capitanas.
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