Un hito de la escena ‘underground’

En 1999 una docena de artistas alquilaron un local en el barrio madrileño de Lavapiés. Querían investigar libremente, jugar con todo tipo de disciplinas, desde la instalación y el videoarte hasta el teatro, la poesía o el happening. “Queríamos desarrollar un lenguaje propio, al margen de etiquetas. Por eso no encajábamos ni en museos ni en teatros. Así que el mismo local donde trabajábamos nos servía de escenario”, recuerda Jesús Acevedo.

Lo primero fue decidir el nombre: Circo Interior Bruto, en referencia a la “falta de interioridad, brutalidad y espíritu circense en el arte del momento”. Después perfilaron su proyecto, La creación del mundo en 11 funciones, que duraría un año. Pero pasó algo inesperado: sus espectadores quedaron pasmados por sus hallazgos y su humor.

El boca a boca empezó a correr y enseguida pasaron de la clandestinidad a ser reclamados por teatros y galerías. En sus funciones lo mismo se desataba un concierto de tenedores que una pelea con desatascadores, mientras se sucedían acciones que bien podría haber imaginado Ionesco. Aún hoy quienes asistieron a aquellas veladas lo recuerdan como una experiencia insólita, divertida y emocionante.

El éxito los animó a seguir hasta 2005. Después cada uno se fue por su lado y dos de ellos, Rafael Lamata y Jaime Vallaure, fundaron el conocido dúo teatral Los Torreznos. Pero el año pasado todos tuvieron que echar la vista atrás al ser incluidos en la exposición La cara oculta de la Luna, organizada por CentroCentro Madrid, un repaso al arte independiente de los noventa. Y una cosa llevó a la otra. “¿Qué pasaría si nos juntáramos ahora?”, se preguntaron. Y lo hicieron. Pensaron un nuevo proyecto, Prometeo encadenado, en torno a un tema: el teatro. “¿Somos los humanos lo que representamos ser? ¿Es burgués ir al teatro? ¿En qué se parecen Eurípides y Brecht?”. El resultado se puede ver esta semana en el teatro Pradillo de Madrid.

‘Prometeo encadenado’. Circo Interior Bruto. Teatro Pradillo. Madrid. Del 15 al 17 de febrero.