Famosos de quita y pon
El verano de las cadenas privadas alcanza unos niveles de resecamiento cerebral difíciles de soportar


No es que el resto del año sea un derroche de “pequeñas células grises”, aquellas que Hércules Poirot urgía a emplear para resolver los crímenes imposibles de las novelas de Agatha Christie, pero es que el verano televisivo de las cadenas privadas alcanza unos niveles de resecamiento cerebral difíciles de soportar. El último ejemplo fue la emisión, en la medianoche del domingo, de una nueva entrega de Mad in Spain, el programa que presenta Jordi González en Telecinco y que, por suerte, está teniendo unas pobres audiencias que invitan a su inminente supresión. En el espacio se discutió, como asunto principal, si las fiestas populares españolas se han pasado de la raya y del alcohol. Mad in Spain no supo aprovechar el aluvión de espectadores (6,5 millones, 46,8% de cuota de pantalla) que habían visto la ida de la Supercopa entre el Barcelona y el Madrid. No me extraña. Pasar de ver la belleza del golazo de Asensio al elenco de Mad in Spain (10,5% de share) desinfla al espectador más entusiasta.
El guirigay, lo populachero, la demagogia… fueron la tónica de un bochornoso programa en el que intervinieron, entre otros, el cantante Francisco, el humorista Arévalo o la escritora Lucía Etxebarria, que confesó haber tenido, borracha, relaciones sexuales en plena calle en los Sanfermines, razón por la que le acabaron robando la cartera. Sin embargo, ella se mostró contraria al desmadre porque, como dijo: “¿Quién mejor que yo para hablar de las fiestas?”. También estuvo el presentador Carlos Lozano, que abogó, con graciosa ingenuidad, que los alcaldes prohíban los festejos en los que haya comportamientos incívicos. A ver quién es el guapo.
Un grupo de invitados que, bien mirado, son de quita y pon porque podrían, con un cambio de vestuario o plató, estar en una isla lamiendo el agua de un coco, en el barullo de una casa orwelliana o como jueces de las piruetas de un niño aspirante a artista. Que el más cabal de la noche fuera Arévalo, otrora contador de chistes sobre gangosos y homosexuales, da una idea del nivel. Y solo fueron dos horas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Francia cruza por primera vez los datos de denuncias de violencia machista con los procesos judiciales
Dos exconcejalas denuncian a la alcaldesa de A Coruña en el canal antiacoso del PSOE
Sheinbaum reitera su postura sobre Venezuela y dice que no tiene que afectar a la relación con Estados Unidos
Kristin Cabot, la mujer de la ‘kisscam’ de Coldplay con el CEO de Astronomer, rompe su silencio sobre el vídeo viral que “destruyó” su vida
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”
- Sánchez, contra la Comisión Europea: “Es un error histórico” el paso atrás con los coches de combustión
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado






























































