Del teatro en ‘Juego de Tronos’

Dentro de las subtramas de esta nueva temporada en Juego de Tronos, Ayra Stark conecta con la actriz principal de una compañía de cómicos ambulantes… Hasta ahí, ningún spoiler. A los creadores de esta moderna obra de arte total se les ha ocurrido utilizar el teatro como estrategia camino de la victoria. Ya Shakespeare utilizaba argumentos de épocas circundantes como materia prima. Pero, tal como sostenía el crítico Samuel Johnson, en él, los personajes adquieren dimensión de especie y así entierran la propaganda. Por eso Shakespeare es Shakespeare.

Lo mismo también que Cervantes introduce en la segunda parte del Quijote esa obsesión del personaje por vigilar a quien cuenta sus hazañas, en Juego de Tronos, mediante el teatro, insisten en ello. Dentro de esa guerra de poder sangrienta y perpetua que se traen entre las diferentes estirpes, la peor veta de los Lannister entiende que puede convencer adeptos a través de la ficción popular. La compañía denuncia la muerte del repugnante Jeoffrey para enfangar al enano Tyrion y a los Stark. Manipulan sentimientos a través de las lágrimas de una madre que llora el asesinato de su hijo.

Es el relato lo que está en juego. Y en eso, la hábil e inmunda Cersei, sabe llevarse de calle al personal. Desde Grecia hasta nuestros días, fijar la versión de los vencedores contra los vencidos ha resultado clave para labrarse un puesto en la historia. La Iglesia debe a esa continua labor de propaganda gran parte de su poder. Quienes han heredado las mejores armas de la trascendencia del discurso con vistas a las generaciones futuras fueron precisamente después los británicos, con Shakespeare como genial maestre. Hoy, Hollywood explota a lo grande esa virtud. Su nada anecdótica presencia del asunto en esta brillante sexta temporada de Juego de Tronos, nos lo muestra. En otras partes, aún queda mucho que aprender.