Agencias

A punto de comenzar la campaña electoral, las agencias de publicidad muestran sus armas. La del Partido Popular apuesta por la confusión: una señorita compra 70 kilos de pienso para gatos ante la mirada de extrañeza del dependiente de la tienda de mascotas. Se lo explica: "Tengo 122 gatos", y añade: "No, a mí los gatos no me gustan especialmente". El dependiente, y el espectador, no entienden nada: "Es que yo estoy totalmente en contra de los perros". Aclarado. Los analistas políticos se estrujarán los sesos para descubrir qué se oculta tras ese mensaje. ¿Es una reacción tardía al doberman socialista de hace años? ¿Por qué 122 y no 140, lo que facilitaría la división de los 70 kilos de pienso? En fin... Dos cosas están claras: los populares asumen que todos están contra ellos: "Hacer las cosas en contra no tiene sentido en tu vida real. Tampoco debería tenerlo cuando votas", y en la cocina de la señorita hay que tener mucha paciencia para freír un huevo. Allí campan, por lo menos, 40 de los 122 gatos.

La agencia de los socialistas ha optado decididamente por lo lírico con un cierto punto de nostalgia: la sensación del primer baño, convertir cualquier carretera en el mejor momento del viaje (la manita por a ventanilla), caminar descalzo cuando te apetezca... A veces se les va ligeramente la olla (a la agencia): "Cuando la verbena de tu pueblo es mejor que un concierto de los Rolling", y a veces rinden homenaje a Moncho Alpuente y a su "Adelante, hombre del 600, la carretera nacional es tuya". Todo el vídeo tiene un cierto aire a Verano del 42, la película de Robert Mulligan, lo que está muy bien si no tenemos en cuenta que es de hace 45 años y que recrea un verano de hace 73 años.

La agencia de Ciudadanos se adelantó a todos con un vídeo en un bar que, por supuesto, era un microcosmos. Podemos, por su parte, todavía duda si realizar un vídeo socialdemócrata, revolucionario o de adelantamiento (sorpasso).