Nacho Vegas: “Me avergüenzo mucho de mi voz”

Nacho Vegas (Gijón, 1974) acaba de bajarse del escenario del SanSan Festival 2015, donde ha oscilado entre el folk y el rock, luce cansado y antes de conversar con EL PAÍS advierte: “suelo estar más torpe después de un concierto, ¿eh?” Viste todo de negro y tiene un cigarrillo encendido en la mano derecha.

Pregunta. ¿Cómo cuida su voz?

Respuesta. Cuando yo escucho mis primeros discos, me avergüenzo mucho de mi voz. Los que tenemos poco registro de voz, debemos bucear sólo en eso. Pero luego descubrí que tenía posibilidades. Lo que pasa es mucho ensayo-error. Pero al escuchar mis primeros discos… no me gusto. Cuando haces conciertos y cantas canciones antiguas, puedes reinventarlas, actualizarlas de alguna manera.

P. Al escribir sus canciones, ¿se propone convertirlas en una especie de crónica musical, con personajes y situaciones?

R. El propio lenguaje de la canción es de elipsis y muy sintético y tiene sus limitaciones y tienes que ceñirte a ello. Pero hay que pensar que la canción es un lenguaje a sí mismo. Simplemente tienes que buscar algo que haga que digas: esto y no otra cosa es lo que tengo que decir. Que todo lo que sea necesario esté en la canción. Lo importante es quitar, mientras se compone, todo lo que sobra. Cuando oigo mis discos antiguos también noto que hay cosas que me sobran. A ver: una canción pura sólo existe en la tradición oral popular, los demás tenemos que currárnoslo. Tenemos que revestir de intelectual algo que no lo es tanto. Y esa es mi batalla. Pueden pasar meses hasta que logre tener una canción. Porque hay que pulir mucho.

P. Usted siempre habla en sus conciertos a cerca de temas sociales o políticos. ¿Pero hoy le faltó ser más rebelde, no?

R. Bueno, en este concierto hablé de los CIES (Centros de Internamiento para Extranjeros). Es un tema que está muy poco visibilizado. Hay que cerrarlos. Porque no es un sitio para inmigrantes. Los encierran ahí sin derechos y son sitios mucho peores que una cárcel. Estamos en horizonte de cambio político, pero los derechos humanos siguen vulnerándose.

P. ¿A qué se refiere cuando dice “horizonte de cabio político”?

R. A Podemos, que ha puesto en crisis al bipartidismo. Pero Podemos no es el cambio, es un instrumento para llegar a él. Confío en ellos como herramienta poderosa para realizar el cambio, pero el verdadero cambio lo ha de hacer la gente. Hay muchos movimientos sociales que son apolíticios, como los que evitan que sigan echando a gente de sus casas. Podemos ha de ser una herramienta al servicio de la gente. Yo confío en ellos. Como herramienta, no como única solución.

P. ¿Ha venido a un festival como SanSan Festival porque sigue sintiéndose indie?

R. Bueno, sí. En el sentido de que hay grupos y gente como yo que hemos surgido de manera independiente. Pero es verdad que nuestra generación indie no ha logrado el cambio que pretendía. Hay que ser críticos con nosotros mismos. La música implica cuestionar las cosas. Y seguimos en este camino.