Su lugar en el mundo

En Joe Strummer: the future is unwritten (2007), Julien Temple elaboraba un complejo retrato del líder de los Clash, hijo de buena cuna que acabó afirmándose como lúcida voz de la disconformidad y que encontró su lugar en el mundo en su plácido retiro almeriense. En Quiero tener una ferretería en Andalucía, Carles Prats propone un estimulante y reposado discurso que podría funcionar como la cara B de ese valioso documental. Con un modestísimo planteamiento de producción, pero una encomiable capacidad para propiciar la emergencia del dato revelador o la reminiscencia emotiva, el documental supone una pieza más del mosaico que Prats va elaborando sobre Almería como espacio mítico.

La película no logra esquivar cierto aliento hagiográfico en la rememoración del ausente, pero aporta valiosas notas al pie sobre el retrato oficial: la empatía de Strummer con el dolor de las víctimas de la Guerra Civil durante su búsqueda personal de los restos de Federico García Lorca, la pintoresca génesis del tema Fiesta de The Pogues, las excentricidades de su método interpretativo durante el rodaje de Directos al infierno, su conexión con el flamenco y su sintonía y trabajo en común con el grupo 091. El conjunto, ante todo, establece líneas de continuidad entre el artista y su descendencia artística. Y, también, explora la saludable vocación de anonimato de un creador esencial que quizá no se sentía reconocido en su propia imagen pública, forjada sobre la radicalidad estética de los tiempos.