Verbena indie

"¿Os aburrís? Yo no, joder!". Son las cinco de la mañana y Guille Mostaza, cantante del grupo Ellos, está pletórico sobre el escenario del Contempopránea, el festival indie que lleva 14 años llenando Alburquerque, un pequeño pueblo de Badajoz de unos 6.000 habitantes, de bandas emergentes, jóvenes alternativos, treintañeros modernos y culturetas de la música.

Todo empezó el jueves en la plaza del pueblo con el pop de Lentejas los viernes, como si del grupo que toca en las fiestas populares se tratara. "Los abuelitos del pueblo estaban en la puerta de sus casas tomando el fresco con una silla mirando pasar a los poperos" comenta Jokin Piquer, uno de los 4000 asistentes (la organización confirmó que ayer se agotaron todas las entradas) al primero de los tres días que dura el festival extremeño.

Por el escenario sin pretensiones pero con una pantalla con creativos efectos visuales, situado en la ladera del Castillo de Luna del siglo XIII, la tarde-noche de ayer se fueron pasando el testigo diez bandas entre ellas The Wish, La bien querida, Vetusta Morla o Lori Meyers. Música sin parar desde el ocaso hasta el amanecer para un público "entregado, buenrollero y feliz" explica Amaia que viene por primera vez.

Todo el pueblo se vuelca en la celebración creando un ambiente familiar. "Lo que mola es que es muy pequeñito, muy íntimo te encuentras a la misma gente año tras año", comenta Noelia Madrigal de 28 años con voz un tanto cansada. Hay que pasar la resaca y el lugar ideal es el césped de la piscina, junto a la zona de acampada en las afueras del pueblo. El calor no perdona en julio en Extremadura y los modernetes, extenuados de los bailes de la noche anterior se trasladan a la piscina durante el día. El otro escenario del festival: un lugar para ver y ser visto y de paso dormir un rato. Esta noche a las 20.30 Febrero, Russian Red, Sidonie, Lacrosse... Segunda parte de la maratón indie que durará hasta el amanecer.