Un zoo de Dinamarca pide mascotas sanas no deseadas para alimentar a sus tigres y leones
La subdirectora del centro asegura que es una práctica común en su país donar animales como gallinas, conejos, cobayas y caballos que vayan a ser sometidos a eutanasia


Un zoológico de Dinamarca ha hecho un llamamiento público para que los propietarios de mascotas sanas no deseadas las puedan donar a su establecimiento para alimentar a sus depredadores como leones o tigres. Pide gallinas, conejos y cobayas vivas, que serán “eutanasiados suavemente por personal entrenado” para ser luego usados como forraje, de forma que se imita el comportamiento que tendrían en la naturaleza. También aceptan donaciones de caballos vivos, por las que los propietarios podrán beneficiarse de una posible deducción fiscal. En ningún momento se habla de perros o gatos.
Pollos, cobayas y conejos forman parte importante de la dieta de nuestros depredadores, aclaran, “especialmente del lince europeo que necesita presas enteras, lo que recuerda a lo que cazaría en la naturaleza”. “En los zoológicos tenemos la responsabilidad de imitar la cadena alimentaria natural de los animales, tanto en cuanto al bienestar animal como a la integridad profesional”, añaden. “Si tienes un animal sano del que, por diversas razones, ya no puedes hacerte cargo, siéntete libre de donárnoslo. De esa manera, nada se desperdicia y aseguramos el comportamiento natural, la nutrición y el bienestar de nuestros depredadores”, añaden.
La petición ha creado una gran polémica y el centro, situado en Aalborg, ha decidido cerrar a los comentarios el post publicado en Instagram. “Entendemos que la publicación despierta sentimientos e interés, pero la retórica de odio y maliciosa no es necesaria - y te instamos a preservar el buen tono”, explican.
En su página web explican que no se aceptan más de cuatro animales a la vez e informan de los horarios. En cuanto a los caballos, se advierte de que no deben superar los 147 centímetros de altura de cruz y el animal debe estar en condiciones de bienestar adecuadas para el transporte y no haber sido tratado de ninguna enfermedad al menos en los últimos 30 días, además de tener un pasaporte equino.
Pia Nielsen, subdirectora del zoo, señala en un comunicado que Aalborg lleva “muchos años” alimentando a sus animales carnívoros de esta manera. “Es necesario suministrarles carne, preferiblemente con pelo, huesos, etcétera para proporcionarles una dieta lo más natural posible”, apunta. Asegura, además, que en Dinamarca “esta práctica es común y muchos de nuestros invitados y socios aprecian la oportunidad de contribuir. El ganado que recibimos como donaciones son pollos, conejos, cobayas y caballos, puntualiza”.
Miguel Ángel Quevedo, veterinario del Zoobotánico de Jerez, responde que en Dinamarca “son un poco especiales y sacrifican los excedentes de animales que se reproducen allí sin ningún problema”. Hace más de una década el zoo de Copenhague provocó otra fuerte polémica por matar y diseccionar, ante la mirada de niños y adultos, a una joven jirafa sana con la que después alimentó a los leones del zoológico.
En Jerez esto no podría pasar porque nunca se alimenta a los animales con los restos de otros. “Se hace la necropsia y se mantiene en congeladores para incinerar”, explica. Toda la alimentación procede de una empresa francesa que vende carne, pienso, pescado... “Está completamente controlado”, concreta. También controlan la reproducción para no tener camadas no deseadas en un espacio que es reducido.
Los zoos tienen que comprar a proveedores certificados y con control de calidad, corroboran desde la asociación AAP Primadomus, un centro de rescate y rehabilitación de mamíferos exóticos como primates, tigres y leones. “Alguna vez algún ganadero nos ha ofrecido una cabra o una oveja, pero no se lo podemos aceptar”, explica un portavoz. La carne que reciben no es para consumo humano “no es de primera, pero es de calidad”. Recuerdan, asimismo, que están sometidos a controles por las administraciones.
Con esta normativa tan estricta, cuando se necesita piel o huesos para fomentar conductas más naturales en los animales deben obtener un permiso especial, detalla Javier Almunia, presidente de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA). Y estar autorizado para usar y eliminar este tipo de productos denominados Sandach (Subproductos animales no destinados al consumo humano).
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