El hijo del presunto asesino de Susqueda evita declarar al juez

El hijo del presunto asesino de Susqueda, Jordi M. G., de 28 años, que estaba citado este lunes ante el juez para declarar como testigo, se ha acogido a la dispensa permitida por la ley para no declarar. El joven fue detenido a finales de febrero por tener varias plantaciones de marihuana, una de ellas en el pantano, lo que motivó una causa independiente. El que sí ha declarado ha sido su tío Arcadi, hermano de su padre, que ha indicado que creía que las armas y munición que se encontraron en la casa de su madre de Anglès (la Selva) eran de su sobrino.

Arcadi Magentí, hermano del presunto asesino de Marc Hernández y Paula Mas, ha contestado ante el juez que cree que las diversas armas y municiones que se encontraron, -dos pistolas, una simulada y una de aire comprimido, una caja de balas de calibre 22, otra de 50 mm y 26 balas de fogueo- eran de su sobrino y no de su hermano. Ha argumentado que un día vio las armas y le preguntó a su sobrino por ellas; éste, además, era aficionado a coleccionar armas. Los investigadores, sin embargo, han constatado que las armas encontradas no son antiguas.

Este lunes también han declarado dos pescadores que fueron al pantano el 23 de agosto de 2017, el día antes de los crímenes y que ya declararon ante los Mossos. Han explicado que fueron dos días al pantano, el 23 y el 26 de agosto, el primer día han dicho haber visto a un hombre que bajaba por el monte “desbocado” con botas militares, que les asustó y se fueron. A este hombre le identificaron por fotografía. Resultó ser un francés de 38 años amigo de uno de los habitantes de Mas Llomar que el 20 de agosto fue a pasar unos días con él al pantano y después volvió a Francia, donde reside. Inicialmente los Mossos sospecharon de él pero a medida que la investigación avanzó, le descartaron.

Uno de estos dos pescadores el día 26 de agosto encontró el kayac semihundido de las víctimas y se llevó los tapones para utilizarlos para su kayac. Este mismo ha sido quien ha declarado que el pantano era como el “Bronx”, que había pesca ilegal, hacían hogueras, acampaban y había disparos de carabinas y robos.

Otro testigo citado ha sido el responsable del Hostal del Coll, que ha apuntado que sólo tenía cuatro habitaciones ocupadas el día de los hechos, que en el pantano acostumbra a haber robos dos o tres días al año y que los senderistas acostumbran a hacer rutas GR. Las declaraciones de la novia y un amigo del hijo de Magentí han asegurado que no se estaba en el pantano el día de los crímenes.