María Medem da forma de viñetas al calor madrileño

Para la dibujante María Medem (Sevilla, 1994), uno de los aspectos que mejor definen a Madrid en verano es el calor. Por eso, cuando le encargaron crear un cómic para el ciclo La Ciudad en Viñetas, pensó en esta peculiaridad de la capital. “Tengo familia madrileña y suelo venir bastante a Madrid, sobre todo en julio y agosto, y es imposible no reparar en el calor que hace aquí, aunque yo viniendo de Sevilla estoy también acostumbrada”, se ríe. “Aproveché que el cómic se expondría en verano para utilizar esta temática”, añade.

Este tebeo de cuatro páginas puede verse hasta el 21 de octubre en la cuarta planta de CentroCentro (entrada gratuita). Con él, la dibujante sevillana quiere transmitir la sensación de agobio que nos produce este estado. “La historia trata de una chica a la que encargan regar unas plantas en un piso del famoso edificio Torres Blancas. En la vivienda hay un invernadero enorme. Ella empieza a perder su identidad por el calor y trata de escapar”, cuenta la autora, que confiesa que tardó más de lo habitual en crear este trabajo. “Normalmente, puedo dibujar una o dos páginas de cómic en un día. Pero en este caso, las viñetas se iban a exponer en un formato de 1,20 por 2 metros, por lo que estuve trabajando en ello más de una semana”.

La dibujante sevillana tiene un estilo muy personal, su obra muestra universos personales de ficción, coloristas y oníricos, casi siempre protagonizados por personajes femeninos. “Intento representar a mujeres con otro papel distinto al del típico personaje femenino al que estamos acostumbrados en la ficción”, dice.

El trabajo de Medem cierra el ciclo La Ciudad en Viñetas, iniciado en 2012 y por el que han pasado autores como Mauro Entrialgo, Miguel Ángel Martín, Santiago Valenzuela, Hermanas Pacheco, Puño, Juan Díaz-Faes o Nicolai Troshinsky, entre muchos otros. “Ha sido un gran escaparate para los dibujantes que han participado en él”, apunta Ana Galvañ, comisaria de La Ciudad en Viñetas durante los dos últimos años. En esta última etapa del ciclo, Galvañ ha apostado por autores de cómic emergentes. “Antes de pasar aquí eran dibujantes casi desconocidos. Ahora muchos de ellos están ya trabajando en cómics más largos con editoriales importantes o publicando ilustraciones para prensa”, cuenta la comisaria.

Medem se considera afortunada porque ya ha podido publicar su primer cómic largo con una editorial extranjera, pero lamenta que la profesión de dibujante, sobre todo el de cómic, no tenga el reconocimiento que se merece en España. “Es difícil ganarse la vida aquí con este trabajo debido a los precios tan bajos que se ofrecen y la falta de compromiso de las empresas que te contratan”, explica. Galvañ, que también es dibujante profesional, explica que la mayoría acaban compaginando el cómic con otros encargos de ilustración. “Sobrevivimos realizando otros trabajos y aprovechamos los tiempos libres para trabajar en el cómic”, dice y concluye que es vital para esta profesión que se siga apostando por iniciativas como La Ciudad en Viñetas. “Es una pena que este ciclo se acabe, pero esperamos que tanto el Ayuntamiento como CentroCentro puedan seguir dedicando un espacio al dibujo y en especial al mundo del cómic”.