Quita el polvo al coche y compártelo

Para Drivy no hay nada más absurdo que tener un vehículo aparcado y cubierto de polvo por la falta de uso. “El problema es que hay demasiados coches y estos no se utilizan lo suficiente”, dice Jaume Suñol, responsable de la compañía en España. “Si compartiésemos un vehículo entre varias personas, ahorraríamos dinero y habría menos coches estacionados en las calles e incluso circulando”, añade.

La misión de Drivy no es la de sustituir al transporte público. “Está pensado para otro tipo de desplazamientos: viajes, escapadas de fin de semana, mudanzas o incluso aquellas compras que se realizan fuera de la ciudad; porque no todo el mundo puede permitirse tener un coche propio”, explica su responsable. Drivy lleva funcionando en Madrid desde 2015 donde actualmente cuenta con 800 coches registrados y más de 25.000 usuarios.

Para empezar a utilizar este servicio hay que inscribirse a través de su página web o de la aplicación móvil. En el caso del propietario, deberá subir el anuncio de su vehículo incluyendo la disponibilidad, la dirección y el precio. Los conductores realizan la búsqueda atendiendo a criterios como localización, día y hora de recogida y entrega, y kilometraje a realizar. Inmediatamente, se desplegará una lista con los coches disponibles y el precio total por servicio. Una vez seleccionado el vehículo, el propietario deberá aprobar la petición.

El alquiler queda protegido por un contrato suscrito por ambas partes que puede firmarse a través de la app. “La entrega de llaves se realiza de dos modos: el método clásico, en el que ambos establecen hora y lugar; y Drivy Open, un sistema de apertura automática a través del smartphone que nosotros instalamos en los vehículos de los usuarios que lo soliciten”, explica Suñol.

El pago se realiza mediante tarjeta y, una vez completado, el coche queda asegurado por Allianz. “El seguro del propietario queda reemplazado por el nuestro a todo riesgo únicamente durante ese servicio, que incluye también asistencia en carretera 24 horas”, concluye Suñol.