La travesía de Sant Antoni gana el primer premio de las fiestas de Gràcia más tristes

El barrio de Gràcia estaba llamado a vivir una de sus fiestas más especiales y no pudo ser. El pasado jueves, después de unos atentados terroristas que han conmocionado al mundo, se suspendieron la mayoría de actos del bicentenario de la fiesta mayor del barrio. Una furgoneta segaba vidas en la Rambla minutos antes de que se celebrara la entrega de premios a las calles mejor decoradas del barrio. El acto se suspendió y se ha reemprendido este mediodía. La calle que ha ganado el premio por ser la mejor decorada es la travesía de Sant Antoni, donde los vecinos han reconstruido un pueblo de alta montaña, nevado y con una iglesia románica.

Antes de la entrega de premios, han sido varios los discursos de rechazo al terror y de apoyo a las víctimas. La frase más repetida: “No tinc por”. Carla Carbonell, presidenta de la fundación de la fiesta mayor de Gràcia, acusó a los terroristas: “Habéis hecho llorar a la fiesta. Vuestra maldad se alimenta con odio pero nosotros no odiaremos. Impediremos la xenofobia y el racismo. Viviremos con felicidad porque no tenemos miedo… Nadie puede atentar contra nuestra fiesta mayor”. Tras los discursos, 15 niños han dejado volar 15 globos blancos en memoria de los fallecidos en los diferentes actos terroristas.

Mientras iban entregando premios menores ha llegado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La primera edil ha sido recibida con algún silbido y gritos de “queremos votar”. Colau ha cogido el micro y tras admitir que esas protestas eran loables ha felicitado a los vecinos del barrio “por encontrar el punto justo manteniendo algún pequeño acto en una fiesta mayor”, que ha quedado afectada por los atentados.

Luego vino el turno de los premios. En segunda posición, después de la travesía de Sant Antoni, ha quedado la calle Joan Blanques y en tercer puesto la calle Jesús. Todos los asistentes a la entrega de premios han intentado celebrarlo con alegría y con la música de una orquesta que mostraba una pancarta que rezaba: “Música contra el miedo”.