Un puerto (de Valencia) sin ruido de grúas ni camiones

No es habitual la estampa que ofrece los últimos días el puerto de Valencia, uno de los más importantes del Mediterráneo en movimiento de mercancías. Hoy miércoles, primera jornada de la huelga de 48 horas convocada por los sindicatos de estibadores, las instalaciones portuarias están en silencio: ni ruido de grúas ni tampoco de camiones, solo un mar plácido y mucho calor.

El puerto, que en 2016 gestionó cerca de 4,8 millones de TEU de contenedores, tiene este miércoles sus tres terminales paradas por el paro en la estiba. Hay pocos buques fondeados en los muelles y los transportistas han optado por no acudir al recinto dada la paralización de la actividad.

La protesta se ha iniciado a las ocho de la mañana después de que los estibadores decidieran ayer mantener la huelga tras finalizar sin acuerdo una reunión entre sindicatos y la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco).

Fuentes sindicales han informado de que se ha tenido que atender una situación de emergencia por una avería de un contenedor frigorífico de un buque de MSC de 14.000 TEU. Los estibadores han descargado la mercancía que portaba ese frigorífico, que era perecedera, y el barco ha podido zarpar.

Los transportistas han decidido no acudir al puerto ante la convocatoria de la huelga y han programado salidas de mercancías en función de los paros, por lo que no existe prácticamente tráfico de camiones en el recinto portuario.

En el puerto de Valencia, la sección sindical de UGT ha informado de una concentración que se ha producido a las 10 horas frente al edificio de la Autoridad Portuaria, en la avenida Muelle Turia, en protesta por una Ley de Presupuestos "injusta e indecente" para los trabajadores portuarios.

Puertos del Estado ha cifrado en un 95,7 % el seguimiento en el primer turno de la jornada inicial de huelga de 48 horas de la estiba en el conjunto de España, aunque ha matizado que las empresas han solicitado pocos estibadores, tras reprogramar su actividad para paliar los efectos de la protesta.

Fuentes portuarias apuntan que la actividad el próximo viernes, después de dos días de paro, se prevé frenética. "Las mercancías llegarán, con retraso, pero llegarán", apuntan. Fomento estimó en 36 millones de euros las pérdidas acumuladas en las tres primeras jornadas de paros en la estiba.