Colau prevé aprobar el presupuesto mañana tras el sí de la CUP

Tras el fiasco de hace dos semanas, cuando la mesa de política de la CUP dijo no a las cuentas de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la cautela se ha instalado en el equipo del gobierno, que evita anuncios triunfales. Pero el equipo de negociadores que capitanea el portavoz y responsable de Economía, Gerardo Pisarello, ha cerrado con la formación asamblearia un principio de acuerdo que fija cómo dar salida a las exigencias de la CUP y su calendario de aplicación. Todo está pendiente de que esta noche sea validado por la Mesa Política de la CUP, un organismo que reúne a representantes de las 13 asambleas que los anticapitalistas tienen en Barcelona.

Que puertas adentro del Ayuntamiento hay acuerdo, lo avala la convocatoria informal ayer del pleno extraordinario para votar la modificación presupuestaria mañana jueves. “Habrá convocatoria cuando haya acuerdo”, dicen hace días en el gobierno. El pleno, en principio, se celebrará mañana.

Fuentes de la CUP piden precaución y apuntan que “el Gobierno ha convocado la votación al margen de lo que determinen los órganos de decisión”. Hace 10 días, las asambleas tumbaron la modificación presupuestaria de 275 millones de euros porque no la consideraron suficientemente “valiente” ni “rupturista”. La CUP ha exigido a Colau diez medidas que la alcaldesa ya llevaba en su programa electoral. Entre ellos están la disolución de los antidisturbios, tarifas sociales en el transporte público, un censo de pisos vacíos, medidas contra la pobreza energética o remunicipalizaciones. Las últimas negociaciones se centran en el calendario de aplicación.